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1 año después...

Camila llegó molesta, enfadada y Lauren no sabía qué pasaba últimamente con ella.

No había comunicación y la ojiverde ya no aguantaba que Camila la ignorara tanto.

-¡Ya llegué!

-¡Mami llegó!- le dijo Lauren a su hija.

-¡Mami!- gritó Emily mientras corría a abrazar a su madre.

-Hola...

Camila venía con Em en brazos, colgada a ella como un koala.

-Hey...- saludó la mayor totalmente relajada y esperando su beso.

Beso que nunca llegó.

Lauren la miró con el ceño fruncido.

-¿Cómo estuvo tu día amor de mi vida?

-Normal, cosas de abogados supongo, ya sabes- contestó sin más la morena.

-¿Ya hiciste los deberes, Em?- preguntó Lauren a la ojiazul cuando ya estaba devuelta en el suelo.

-Sí, cashi todo, Mamá.

-Qué bueno, ¿le vas a mostrar lo que hicimos a mamá?

La niña asintió frenéticamente, con la sonrisa amplia y espectante.

-Em, mami está algo cansada, me lo muestras mañana, bebé- finalizó la castaña tirando un beso al aire en dirección a su hija.

La castaña se perdió escaleras arriba.

Emily miró triste a Lauren.

-Princesa, ya es tarde, ve a ponerte el pijama que con mami te iremos a dar las buenas noches- le indicó su madre dejando un beso en la frente de ella.

Luego de ordenar un poco la sala, la pelinegra subió en busca de Camila, y entró directo a su habitación.

Vio a Camila sentada sobre la cama, cabizbaja, con las manos sobre los muslos y tan pensativa.

-Camz...

-Lauren...

Camila se paró apenas respondió y salió en dirección al baño.

Lauren escuchó el agua correr e intuyó  que la latina se estaba bañando.

-¡Y, cómo estuvo tu día?- le gritó acostándose en la cama.

-¡Bien, algo pesado pero no me quejo! ¿Y el tuyo!- recibió como respuesta.

-¿Nada nuevo!

Lauren intentaba dialogar mientras miraba el techo.

-¡No!

La llave se cerró y pronto escuchó a Camila acercarse, con una toalla en su torso y el pelo recogido.

-Sería bueno que te vistieras para ir a darle las buenas noches a nuestra hija- recomendó la mayor, siguiendo con la mirada cada movimiento de la menor.

-Mmm, sí... Pero voy después yo sola...

-Camz...

-Lauren.

-¿Qué pasa?

-Nada.

-¿Cómo que nada?

-Así es.

-Soy una mujer por si lo olvidas, sé lo que significa "nada". Vamos...

-Que no pasa nada, Lauren.

-¿Por qué estás tan hostil conmigo, mi amor?

-Estoy normal, Lauren.

-No, me has ignorado mucho, por tres días ya. Pienso que hice algo mal y...

-No has hecho nada, Laur...

-¿Pero es que a lo mejor pasa algo y no confías en mí? Yo te amo, lo sabes y quiero que...

-Ha llegado mi período.

Tan simple como eso, la oración hirió de cierta forma a ambas y quedaban pocas esperanzas en la pareja.

Lauren se quedó espectante y estática mirando la expresión de tristeza de la morena.

-Lo siento- se disculpó la ojiverde acercándose a su novia. Se sentó a su lado y la envolvió con sus brazos.

-No es tu culpa- la calmó Camila apoyada en su pecho.

-Te amo, amor, enserio lo hago, pase lo que pase- le dijo la de tez más clara dejando un beso en la cabeza de la castaña.

-Y yo a ti, es sólo que yo quería tener a nuestro bebé, te lo prometí.

-Y yo también lo quería, pero céntrate en nuestra pequeña familia de tres, ve lo feliz que es Jul...

-Lo sé...

-Lo feliz que me haces a mí, que me tienes totalmente enamorada, nuestra familia me enamora.

-Ustedes son mis dos chicas.

-Y ustedes mis dos mujeres.

-No sé qué sentir, Lo, no pensé que me afectaría tanto, lo siento...

-No lo sientas, ni tú ni yo somos culpables, mírame... Hermosa- dijo Lauren tocando la nariz de Camila juguetonamente- Hay mucho tiempo...

-Ajá...

-Ahora vamos donde Jul...

-Deja, me pongo el pijama y voy, ve tú por mientras- le pidió la castaña para estar un momento a solas.

Necesitaba ese silencio.

No concebía que no pudiera tener a su bebé.

Camila buscó en los cajones algo que ponerse y peinó un poco su cabello. Ni cuenta se dio cuando ya estaba en el umbral de la puerta de su hijita.

-¿Y ese bebé ya no está más, mamá?- alcanzó a escuchar de la boca de Emily.

La niña ya estaba debajo de la tapa y Lauren estaba a un costado apoyada en su codo.

-Así es, no está porque no alcanzó a crecer dentro de la barriga de mami.

Camila sintió un dolor muy fuerte en el pecho, sus ojos se humedecieron y un nudo en la garganta se hizo presente.

Bajo el mismo techo (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora