Segundo día.

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Eran alrededor de las 9:00a.m del 8 de enero, del día anterior me cargaba unas ojeras, y es que como no tenerlas, con semejante conversación, fue bastante para la primera vez.

La noche anterior habíamos acordado que nos veríamos en persona, ya saben para platicar y a ver qué tal todo.

Esperaba con ansias el 16, pero tranquila que solo había pasado algunas horas, me tomé el día para arreglarme, evitando todo contacto con mi celular, para ni pensar en lo que sucedió.

No tenía ningún mensaje de el, ni una señal de vida, hasta que por fin me hablaste, entre tanto afán de la mañana me había despistado de que tú trabajabas, mientras yo estaba en casa, me saludaste con un simple "hola" pero un hola con tanta dulzura y tan especial.

Estuvimos hablando durante todo la tarde, de tantas bobadas que la verdad me entretenían y me daban mucha risa, era agradable estar conversando contigo.

Recuerdo que te dije: "Xavier, ¿es que a caso estás loco?" con tantas cosas anormales que me decías, era para menos mi pregunta, y pues claro me la respondiste como si fueras uno de aquellos amigos que había perdido y que los volví a recuperar, me dijiste: pues claro, estoy hablando con otra loca; me pareció de lo más gracioso, que ni le respondí a tal semejante palabra.

-Xavier, ¿Crees en el amor?--dije temerosa...
-¿Por qué me preguntas eso Skyler?. --Dijo él, de inmediato.

Hubo un silencio, me desconecte por varios minutos, deje el celular a un lado, formulando lo que le diría.

-Creo que aún con tanto daño que llevo dentro, tengo el poder de amar, te lo pregunte, solo porque quería saber tú respuesta.
-Si creo Sky, aún cuando crees que soy fuerte, no lo soy.
-¿Por qué disfrazas tú dolor con tu actitud ruda?. --Le dije con miedo.
-Porque la gente te hace daño cuando te ven vulnerable.

No seguí preguntando, porque si lo hacía el iba a darse cuenta de lo que sentía por el, lo despedí, le invente que me sentía mal, para evadir el tema, fue un hasta luego distante, frío, no se por qué habría hecho eso, pero era mejor así, se que al día siguiente hablaríamos.

Tome el celular y lo conecte al cargador, para intentar dormir o por lo menos concebir el sueño, pero me era imposible, y cómo hacerlo después de semejante metida de patas.

Pero ya, debía hacerlo eran las 11:45p.m., que hacía yo a estas horas pensando en alguien que de seguro no lo estaba haciendo.

Pidiendo a Gritos tú amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora