22 de abril.

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Me acercaba a la hora que me encontraría con el, no fue en su casa, fue en un hotel.

-Hola Xavier, ¿por donde andas?.--le hable.
-Voy llegando, casi te recojo.--dijo él.
-Está bien, aquí te espero.--Le dije.

Me lo imaginaba en su carro, manejando, ha de ser algo excitante.

Me recoge al cabo de unos minutos, me lleva al hotel, y nos registramos, ya luego entramos a la habitación a pasarla pos bien.

Me encantaban sus besos, ya cansada de decirlo, amaba la intensidad que sus labios chocaban con los míos, entre besos nos quitamos la ropa, era pura adrenalina que llevaban nuestros cuerpos, agitados él podía sentir mi corazón latir, y yo el de él.

Tomó mi mano y suavemente me besaba, me acostó en la cama en un suave empujón, postrándome bajo sus más bajos deseos carnales, algo que me encantaba, yo era solamente de él, él solo mío, entre tantas cosas me comenzó a penetrar, ya se había hecho habitual nuestros encuentros, pero cada uno era especial, rutina que jamás cambiaría.

Acabamos y nos quedamos postrados en la cama, y si bien la conversación era fluida, recuerdo absolutamente todo lo qué pasó ese día, y cómo sus cálidas palabras que me decía me iban rasgando el alma, me dijo:

"La soledad es algo adictiva, te acostumbras tanto a ella, que se te hace difícil lidiar con las demás personas que te rodean, consigue alguien que te ame, y pueda pasar contigo la vida entera, alguien que te ame, y te comprenda."

Sentí como me iba quemando todas esas palabras.

¿Era un adiós, un ya está bien, o un ya no quiero nada contigo?

La verdad no lo sé, pero sé que esas fueron las últimas, quería llorar, pero no podía, no al frente de el, estaba con tanta adrenalina que no podía.

Me pidió que nos cambiáramos, que se sentía mal, yo cedí y me arregle nuevamente.

Me llevó hasta cerca de mi casa, me despedí con un beso entre sus labios, y ahí quedamos.

No me atreví a decirle, tenía miedo a lo que él podía responder, abundó en mi la inseguridad, ya no quería ser solo su amiga, quería ser algo más, pero mejor así, así será mejor.

Pero es que no, no te quiero dejar ir, quiero vivir esta aventura que llevo dentro a tu lado, junto a ti, ya no quiero seguir corriendo tras mis sueños, quiero tenerlos conmigo, y tú eres y siempre serás mi mejor anhelo.

Pidiendo a Gritos tú amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora