Me desperté temprano para ir a la universidad, ni un mensaje ni nada, entendí que no te importaba nada de mi, pero quien me manda a ilusionarme en tan solo 2 días, que estupideces pienso.
Tome el bus, eran las 6:00a.m, con sueño hasta en las uñas.
Llegue a mi clase de las 7, ni siquiera el maestro había llegado y yo ahí, sentada con los demás como una idiota.
Pasan las horas y la clase termina, no me podía concentrar, estaba distraída, con la mente volando no sé por donde, pero con el cuerpo sentado en el pupitre.
Me suena el celular, pensaba que era un mensaje de mi madre, eso pensaba, pero no, todo lo contrario, de mi amado tormento, era un:" hola, ¿cómo estás preciosa?"
Mire la pantalla y sonríe al mismo tiempo que me sonrojaba, respondí, no sé cómo no se me salió el corazón por los dedos al escribir, latía fuerte; me había platicado que porqué no le había escrito ni nada, a lo que le respondí:
-Pensé que estabas ocupado en tu trabajo, y más a esta hora.
¿A quien quería engañar?, estaba más feliz que una lombriz, es que rebosaba mi alegría, no me sentía así desde hace mucho tiempo.
-Skyler, eres una mensa, tenías que hacerlo, mejor así despertaba con un mensaje bien tempranito de buenos días.
Pasa a hablarme acerca de la fecha que habíamos acordado de nuestro primer encuentro, a lo que estaba totalmente decidida a ir, por lo que le respondí: que no se me había olvidado.
Por cierto no les había dicho, su nombre era Xavier Palmer.
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Pidiendo a Gritos tú amor
RomansaEn esta historia te sentirás más que identificado/a, mientras lees, sentirás que eres tú quien está en la historia, y no que la estás palpando. Espero y disfrutes de ésta.