Pidiendo a Gritos tú amor

20 de enero.

No podía esperar palabras de su parte, era un acontecimiento bastante deplorable, un ser querido no es cualquier cosa, y cómo voy yo a juzgarlo si no me habla o cosas así.

Lo entendía perfectamente, debía hablarle para que sintiera mi apoyo, desde lejos, pero el más fuerte.

Fue un día normal para mí, aunque un poco acongojada, fui a la universidad, me encontré con las chicas, tomamos las clases concernientes al día, luego fuimos a comer, teníamos mucho de qué hablar.

Todas con novios, menos yo, la más tonta del grupo, o quizás no, tal vez era la más destruida, pero con ganas de amar.

-Skyler, y aún no tienes novio. --me pregunta Typhanie.
-No, no quiero saber nada acerca del amor, no quiero, ¿para que?, ¿para estar como ustedes en una constante pelea con sus novios?. --respondí en un tono enfadado.
-No era para tanto Sky, no tengo la culpa de tus fracasos en el amor. --respondió Typhanie.

A lo que me pare de la mesa, y me dirigí hasta la salida, enojada por cómo estás niñas de 16 y 17 años de edad, van buscando amor en algo vano, yo con solo 19 tengo más concepto de lo que es en realidad el amor, tal vez son solo 2 años o 3 de diferencia, pero tenía más claro lo que conlleva esto.

Typhanie, una de mis mejores amigas, con solo 17 años, había tenido ya 3 novios, puros fracasos en la relación, era alta, de buena apariencia, era de piel clara, con ojos saltones pero azules, con su larga cabellera peli roja, era una de las buenas, pero tenía serios problemas con los chicos.

Yo no les preste atención, al fin que decidí irme a casa.

Al llegar eran las alrededor de las 6:00p.m., había tardado más que de costumbre en el transcurso a llegar a casa.

Solté todo y me dirigí a mi habitación, me quite la ropa y me di un baño de pies a cabeza, a ver si así se me iba el mal rato que había pasado.

Eran las 7:30p.m y ya estaba más que cansada, los ojitos casi cerrados, repletos de ojeras, de días anteriores sin dormir.