Pidiendo a Gritos tú amor

Al día siguiente.

Esperaba con anhelo este día, por fin lo vería después de tanto, ya había pasado casi un mes, de la primera vez que nos vimos.

Me arregle el cabello, salí bien rápido, gracias a Dios, ya estaba casi todo listo para la noche.

Me senté en el borde de la cama a hablar con las chicas, ese mismo día se iba a reunir para hablar, yo les había inventado que no podría asistir a la reunió porque tenía que ir a la iglesia, me dijeron que estaba bien.

Lo llame, -Xavier, en poco saldré hacia tu casa. --le dije.
-Está bien, aquí ya no hay nadie.

Vivía en un departamento, en una 4 planta de 5 que tenia el edificio,  subí y llegue con la garganta más seca que el desierto del Sahara; le pedí un poco de agua, me la tome en seguida.

Entre tanto hablar y hablar...
Me besó, sentí sus labios, su respiración, fue tan especial, han apasionado.

De besos en besos, nos fuimos a su habitación, nos empezamos a desvestir, por supuesto yo ya no era virgen, me empezó a besar todo el cuerpo, luego yo hice lo mismo, hasta que me empezó a penetrar, lo sentía muy bien, no era de mucha experiencia por lo que me había comentado en tiempo atrás, pero sí que lo sabia hacer como toda mujer quisiera.

Terminamos, ambos satisfechos, nos quedamos desnudos en su cama, hablando de cuantas cosas se nos pasara por la cabeza, fue algo extraordinario, sentir su cuerpo sobre el mío, y mi cuerpo sobre el de él; eran alrededor de las 9:00 cuando ya tenía que regresar a casa.

Me vestí, y le dije: cuando llegue a casa te escribo. Me despedí con un beso y un abrazo.