Ya era hoy el gran día, la noche en que todos íbamos a desfilar con hermosos trajes, con el Glamour a sol de pie, y todos contentos en la iglesia.
Al llegar a la iglesia, eran casi las 12:00a.m., ya la mayoría estaba dispuestos a entrar a la iglesia, pero ahí me encontraba yo, con mi vestido de hombros descubiertos, más abajo de las rodillas, con mi cabello ondulado y tremendos tacones negros, ahí parada como una boba, muy hermosa, pero llena de cientos de cosas por decir.
Al entrar a la iglesia, choco mirada con Xavier, justo al frente se me sentó, ¿no podía estar sentado en otro lado cojollo?, yo con los nervios a punta, y más el al frente, el plan perfecto.
Cada que me paraba chocaba miradas con el, tan lindo, con una camisa que le quedaba estupenda, de color rosa pastel, le sentaba muy bien ese color.
Era una adrenalina que sentía, enorme.
Esa noche sin duda fue la mejor, solo que faltaba algo, un beso para ser perfecta, no podía pedir tanto, estábamos en la iglesia, no en su casa o en cualquier otro lado.
Estaba agotada, no eran incómodos mis tacones, pero ya está cansada de estar parada.
Fue lo mejor que me pudo haber pasado. En tanto tiempo siendo un fantasma, me convertí en alguien vista.
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Pidiendo a Gritos tú amor
RomanceEn esta historia te sentirás más que identificado/a, mientras lees, sentirás que eres tú quien está en la historia, y no que la estás palpando. Espero y disfrutes de ésta.