ARK: Survival Evolved es un juego de supervivencia en un mundo de dinosaurios. Nuestros protagonistas se ven atrapados dentro de ese videojuego y hasta que no derroten a los 3 jefes finales no podrán ser libres.
Rodeados de miles de peligros... no e...
–¡Buenos días! –digo a mis compañeros animada mientras estoy en la hoguera cocinando un poco de carne para todos. –Venga va, hoy es el gran día. ¿Qué podemos domesticar?
Ian y Sam se están haciendo los remolones en la cama y Juls y Erika están empezando a incorporarse. Tienen una cara de dormidas muy graciosa. Pobrecitas.
Esta mañana al despertar pensaba que todo era un sueño, pero no. Todo esto me gustaría, si no fuese por lo de morir de verdad. Tendré que acabar de acostumbrarme e ir con mucho cuidado, sobre todo con mis ideas (las cuales el 90% de ellas acaban mal, Ian siempre me lo decía).
El arco y las flechas narcóticas ya están en mi poder así que podríamos intentar domesticar un tranquilo Parasaurio o un peligroso Velociraptor. Mmm... u.u
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
También deberíamos conseguir algo que vuele para ir a por metal, pero bueno, eso es otro tema. Sinceramente los Raptores no deberían ser ningún problema si les lanzamos las boleadoras para inmovilizarlos. Además, son rápidos y hacen daño.
En el juego se sube de nivel, pero aquí no hay indicios de ello. Supongo que comeremos y beberemos cuando tengamos hambre, descansaremos cuando estemos cansados y nos volveremos más fuertes con el tiempo, de tanto picar madera y piedra y transportarlo. Con los dinos será lo mismo. Y el peso es curioso, todo lo que conseguimos se almacena en el inventario que aparece en el holograma, pero al llevar mucho peso la sensación es como si estuvieras cargando de verdad ese peso en una mochila. Supongo que de alguna manera tendría que estar programado, si no podríamos llevar una tonelada sin rechistar.
-A ver chicos, Juls y Erika no creo que estén preparadas para salir fuera de casa todavía. Quedaos por aquí consiguiendo más materiales de momento. Sam, Ian y yo iremos a ver si encontramos raptores. ¡Va! Todos en pie y manos a la obra.
Voy a ir fabricando las boleadoras y meto en el inventario carne cruda para alimentar a los dinos que consigamos dormir.
-Madre mía, ya era hora. Por fin os habéis levantado –les digo a los chicos.
-Sin prisas por favor.
-Vale, vale...
Salgo fuera de casa con todo lo que necesito y empiezo a observar. Nuestra casa tiene la sombra de un gran árbol, hay algunos Dodos por la costa y un Triceratops que hace que todo tiemble (ya lo domaremos). A ver Diana piensa, te conoces prácticamente el mapa de memoria, entonces por aquí cerca debe haber Raptores.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–¡Diana! Ya estamos listos –Ian y Sam se acercan.
–Bien, pues vamos a ver si encontramos algo. Tomad –les reparto unas boleadoras y flechas narcóticas.
Nos estamos despidiendo de Juls y Erika mientras cruzamos el pequeño río que tenemos al lado y empezamos la búsqueda.
–Vale a ver... tened mucho cuidado porfi. Pueden hacernos mucho daño las garras y dientes de este bicho –los dos asienten con mirada concertada.
Vamos caminando lentamente mirando alrededor sin parar y sin bajar la guardia. Llevamos las boleadoras en la mano para lanzarlas rápidamente y vamos evitando a algunos Dilophosaurios (porque de corazón lo digo, son un incordio -_-).
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
–Chicos, mirad –susurro.
–Un Raptor. Parece que está solo.
–Todavía no nos ha visto –dice Ian–, voy a llamar su atención y en cuanto venga corriendo lanzadle las boleadoras.
–Ten mucho cuidado por favor –le digo mientras le cojo del brazo. Me sonríe y empieza a caminar hacia él.
Sam y yo estamos preocupados y algo nerviosos por si algo sale mal pero no podemos distraernos. No podemos fallar, si no...
–¡Ahora!
¡Dios mío! Ian viene corriendo con todas sus fuerzas hacia nosotros y un Raptor le va detrás. Está demasiado cerca.
–¡Corre Ian, corre!
Sam y yo estamos listos. Que salga todo bien por favor. Estoy demasiado nerviosa, no quiero fallar.
Empezamos a girar la boleadora y la lanzamos. Objetivo inmovilizado.
–¡Bien! Ahora disparadle.
Con el Raptor a un metro de distancia, le disparamos las flechas narcóticas y a los pocos segundos cae al suelo. No me lo creo.
–Wow... –digo aliviada y alucinada. –Bien, los dinosaurios también tienen un inventario como nosotros. Voy a dejarle la carne cruda dentro para que vaya comiendo y así será nuestro amigo.
Me siento al lado del Raptor y empiezo a acariciarlo.
–Es real...
Ian y Sam están de pie a mi lado con cara de asombro y comiendo algunas bayas que llevan en la mano. Unos minutos más tarde, el Raptor empieza a levantarse y automáticamente le aparece una montura puesta.
–Vaya, me da a mí que ya no vamos a necesitar fabricar nosotros mismos las monturas.
–Eso parece. Sabremos si los hemos domesticado si se crea automáticamente una montura, si no nos muerden o si no huyen, y supongo que los que no necesitan montura tendrán un collar o algo parecido.
–¡Ay, por diosito! Qué cosa más mona.
–Diana... –y ambos empezaron a reír.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
