15. Pelea

469 38 15
                                    


Sus ojos están clavados en los míos y todos sus músculos hacen fuerza.

–¡¿Qué?! ¡tú no tienes ningún derecho a sacarnos de aquí!

–¡Tiene más derechos que nadie! Ella ha construido este refugio, ella os sacó de aquella pocilga en la que vivíais y sobretodo, ¡ella es la líder!

Las palabras enfurecidas y orgullosas de Juls hacen que por mi cuerpo recorra un escalofrío sumamente potente. Jessica tiene una mirada de odio mezclada con algunas lágrimas que empiezan a juntarse. Lágrimas de rabia, supongo.

–Mira... No os habéis esforzado en absoluto en contribuir con nosotros ni os habéis ganado un lugar aquí. Simplemente no podemos aceptar a vagos que se aprovechan del esfuerzo de otros.

–Serás...

De repente se abalanza sobre mí y empezamos a forcejear en el suelo. Al caerme de espaldas me he dado un golpe en la cabeza, pero intento defenderme con uñas y dientes. Noto cómo me clava sus largas uñas en los brazos y yo le muerdo con fuerza las manos. Intento darle con la rodilla en algún sitio y ella me tira de los pelos. Nunca en mi vida había peleado.

–¡Basta!

–¡Parad ya!

Gritan Liam y los chicos. Entre todos intentan separarnos, pero al principio es un poco complicado. Jessica es bastante delgada y como seguramente estará acostumbrada a no moverse mucho es bastante débil. Me abofetea, me chilla, me araña... pero no me ha pegado con el puño ni nada parecido. La verdad es que yo tampoco soy capaz de hacerlo... Consigo darme la vuelta y la pongo debajo de mí. Le sujeto con fuerza con las piernas y agarro sus muñecas con mis manos. Estando toda despeinada y magullada me acerco a cara y le digo seriamente mirándola a los ojos:

–Largaos.

Sam e Ian me cogen por detrás levantándome y Max sujeta a Jessica. Me da vergüenza todo lo que acaba de pasar... Me acerco tambaleándome un poco hacia ellos y les echo de la tribu.

–Recoged vuestras cosas, vuestros animales y largaos.

Todo el mundo está en silencio y yo me dirijo a las escaleras para refugiarme en mi cuarto. Antes de cerrar la puerta entra Liam detrás de mí.

–¿Qué ha sido eso de ahí abajo? Tú no eres así...

–Ya lo sé... Supongo que la presión del grupo y el comportamiento de ella me han puesto de los nervios. No sé.

–No me parece bien que los eches.

–¿En serio los defiendes? ¿A caso vas a trabajar tú por ellos? Joder Liam... me parece muy fuerte.

–No es culpa suya, tienen q acostumbrarse y...

–No –le corto. –Ni una palabra más.

Me quedo mirando por la ventana cuando de repente entra Jessica furiosa.

–¿Qué haces aquí?

–Has dicho que cogiera todo lo mío, ¿no? Pues bien, que sepas que este señor de aquí es mío.

–¿Qué...?

Se sienta encima suyo cara a cara y empieza a besarle. Los tengo a unos pocos centímetros de distancia y estoy petrificada. Noto como mis ojos empiezan a encharcarse y no puedo reaccionar.

–¿Qué haces? –le responde Liam agresivamente quitándosela de encima.

–¿A caso crees que te voy a dejar aquí? Tú te vienes conmigo, y si no vienes, yo me quedo. Para que lo sepas, él nunca podría estar con una santurrona y sosa como tú. Hemos follado más veces de las que pueda contar y en tú puta casa de madera de pacotilla.

–Diana... no le hagas caso...no sabe lo que dice. Y-yo... sería incapaz de algo así.

No puedo pensar en nada... solo tengo ganas de vomitar y salir corriendo.

–Lárgate Jessica –digo entre lágrimas. –No quiero volverte a ver en todo lo que me queda de vida, eres una víbora asquerosa... ¡LARGOOO!

Como si de un rugido de león se tratase, ha dado media vuelta y ha salido de mi habitación.

–Sal de mi cuarto.

Liam se levanta sin decir palabra y cierra la puerta. Me levanto a duras penas de la cama y cierro las ventanas. Me quedo a oscuras y encerrada, no quiero que nadie entre. Lo único que quiero hacer es tumbarme en la cama y llorar todo lo que haga falta intentando asimilar lo que acaba de pasar.

***

–Toc, toc –dice Sam con suavidad. –¿Te has quedado dormida?

–Eso parece... –digo con un tono apagado. –Me duelen los ojos... –de llorar tanto, me digo a mí misma–, ¿qué hora es?

–Las diez de la noche. Jessica y Max se han ido hace unas horas.

–¿Y Liam?

–Está abajo.

Sin previo aviso me incorporo y salto a los brazos de Sam con un ejército de lágrimas en mis ojos incontrolables.

–No entiendo nada.

Sam me acaricia la cabeza y me abraza con fuerza diciéndome que intente calmarme. Yo sigo llorando como una tonta. Entre sollozos intento explicarle lo que ha pasado.

–Y ha venido y le ha besado... Él le ha dicho que qué estaba haciendo y ella le ha dicho que no se hiciese el tonto... que lo habían hecho un montón de veces estando en esta casa y que él no me quiere –sigo llorando.

–Tranquila... Tal vez lo haya dicho para molestarte.

–¿Y si es verdad...?

–¿Has hablado con él?

–No... Y no me apetece mucho igualmente.

–Bueno, pues te dejo dormir tranquila... Si necesitas algo avísame.

Y se va de la habitación dejándome sola y a oscuras otra vez.

***

–¿Se puede? –oigo susurrar una voz.

Entre abro los ojos y reconozco la silueta de Liam a contraluz.

–¿Te he despertado?

–Mmm... me he vuelto a dormir... ¿Qué hora es?

–Medianoche. Yo... Diana sabes que te quiero –dice acercándose a mí y cerrando la puerta–, soy incapaz de engañarte. Simplemente lo ha dicho porque estaba enfadada.

–Y... ¿el beso?

–Ya lo has visto, la he apartado de mí en cuanto he podido.

–No sé Liam... parecía muy convencida.

–¿Ahora te vas a creer lo que una desconocida diga? –dice enfadado–. Lo hemos hablado miles de veces, te crees todo lo que otros te cuentan, te crees todo lo que dicen y su único objetivo es dañarnos. ¿Cuántas veces te lo repito?

–...

Siempre acabamos discutiendo, me da tanta rabia... Se supone que la que está mal soy yo, joder. ¿Por qué acaba él enfadado y echándome la bronca? Soy yo la que tendría que estar enfadada.

–En fin, buenas noches –dice mientras se tapa y se recuesta a mi lado.

Sigo confusa... No entiendo nada. Y si... ¿es verdad?    

ARK: Supervivencia ExtremaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora