Capítulo 18

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∆ YonHye pov ∆

             
        
         
      
       

No puedo creer que lo haya hecho, no quise hacerlo realmente, pero lo hecho, hecho estaba. Bueno, sí quería, pero no de esa manera tan extraña y repentina.

Estaba frente al espejo luego de bañarme, veía mi reflejo decepcionada y preguntándome porqué era así mientras mentalmente me daba una bofetada.

Caminé nerviosa a mi armario, después de unos minutos escogí un pantalón de mezclilla, un suéter negro y unos tenis igualmente negros. Me dejé el cabello ondulado ya que estaba corto, y me dirigí a la sala.

–¡Diablos! son las doce... –murmuré–. Pero ahora que lo pienso, nunca quedamos en una hora o lugar en realidad

Hablaba sola caminando por toda la sala. Sonreí avergonzada, tal vez ni era tan raro hablar sola, pero era extraño al escuchar mi eco; tomé mi móvil y mandé un mensaje a TaeHyung, su número afortunadamente estaba aquí junto al de los demás chicos.

No me contestó, en cambio, recibí su llamada casi inmediatamente.

–Hola Tae –contesté con un tono nervioso

–Hola Hye, ¿estás lista?

–Sí, pero no sé dónde vives

No te preocupes, no hace falta

El timbre de la puerta sonó, le pedí que me esperara un momento y me acerqué confundida para abrirla y saber quién era.

–¿Y cómo se supone que llegue a ella? –pregunté deteniéndome frente a la puerta

Abrí rápidamente y alejé el teléfono de mi oreja al notar de quién se trataba, me quedé boquiabierta mirándolo mientras comenzaba a reír por mi expresión.

–Llegarás conmigo –soltó sonriendo frente a mí y colgando la llamada

–¿Planeabas llegar de sorpresa? –pregunté caminando hacia el sofá para tomar mi bolso

–Sí, pensé que sería divertido –entró detrás de mí

–¿Qué hubiera pasado si no estaba arreglada aún? –lo miré divertida

–Te hubiera llevado aun así, no soy muy paciente que digamos

Reímos un poco fuerte, por lo que un perro de algún vecino comenzaba a ladrar inquieto.

–¿Es un perro? –preguntó muy emocionado al escuchar el ladrido

–No, en realidad es un delfín

Me enseñó la lengua con molestia como si fuera un niño, cosa a lo que yo reí divertida.

–¿Nos vamos? –me observó sonriente

–Claro

{...}

Entré por la puerta de su casa, me sentí tan impresionada, pues era muy grande, bueno, comparada con el departamento que compartía con Jimin, lo era. TaeHyung saludó a sus perros mientras yo me quedaba quieta admirando lo bonito y tranquilo que era su espacioso hogar.

Predestinación °~тaeнyυng~°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora