Predestinación °~тaeнyυng~°

Capítulo 35

Sonreí de igual forma para luego correr junto a ella, subimos las escaleras y tratamos de buscar un lugar para escondernos.

–Ven, vayamos al ático

Asintió para luego dirigirse hacia él, subimos y cerramos apresurados la puerta al escuchar que Jin comenzaba su búsqueda desde la planta baja.

–Vaya, creo que no nos va a encontrar aquí –comentó evitando reír

–Tienes razón –apoyé riendo ligeramente

–Oh, ¿qué es todo esto?

Miré a donde ella caminaba, prendió la lámpara y observó el lugar.

–Vaya, mira esto

Me dirigí hacia donde estaba mientras ella de espaldas hacia algo que no podía ver.

–¿Cómo me veo? –preguntó con elegancia al voltear

Me quedé boquiabierto al principio, pero luego estallé en carcajadas al verla bien.

–¿Por qué tienes bigote y sombrero? –cuestioné aún riendo

–Bueno, lo encontré aquí en esta caja –sonrió con timidez–. Mira, ponte esto

Antes de que dijera algo, me colocó una peluca con rapidez y luego me dio una sombrilla.

–Póntelos –pidió riendo y yo obedecí–. No juegues...

–¿Qué? ¿Cómo me veo? –moví todo intentando encontrar un espejo

Comenzó a reír y luego se detuvo. Me miré al espejo e igualmente reí.

–Te ves como una chica... te ves incluso mejor que yo –murmuró riendo, fingiendo decepción

–Claro que no... tú también te ves como chico

–¡Claro que no! –rió mientras daba un leve empujón en mi hombro

(...)

–Mi auto, ¿dónde está mi auto?

–Por aquí señorita

–Ah, llevo esperando media hora el transporte, eres lento

–Lo siento madam, es sólo que había tráfico

–Los chicos son inútiles... trae mis cosas

–No quiero

–¿Qué dijiste?

–No lo haré señorita, porque yo... también soy mujer

–¡No puede ser! ¡Maricarmen!

Comenzó a reír mientras se quitaba el bigote falso, comencé a quitarme la peluca e imité su gesto.

–Hace mucho que no me divertía así –comentó cuando paró de reír

–Yo tampoco... yo, quisiera que me escucharas

–¿Qué sucede? –preguntó sin dejar de sonreír

–Perdóname, no debí haberte tratado así ese día

Al escucharme, dejó de sonreír para ponerse seria, desvío su mirada un momento y volvió a verme.

–Está bien TaeHyung, tienes tus razones para enojarte

–No, no debo tratarte así, no me has hecho nada para que tan siquiera tenga el derecho de alzarte la voz... eres mi amiga, y te he tratado mal, por favor, perdóname

Sus ojos brillaron, sorbió por la nariz mientras sonreía y luego me abrazó.

–Te perdono

Se separó segundos después y le sonreí feliz.