Predestinación °~тaeнyυng~°

Capítulo 39

∆ YonHye pov ∆

        
       
      
       

Luego de esa noche, comencé a salir seguido con TaeHyung; aunque claro, la mayoría de veces que salíamos, lo hacíamos en parejas con Leia y JungKook. Era maravilloso convivir con ellos, a pesar de todo, Leia era genial; comencé a pensar que era enfermiza, pues no podía hacer mucho esfuerzo, haciéndome a la idea de que probablemente tenía asma o algo por el estilo.

Todo había mejorado considerablemente, la mayoría de nosotros salía con alguien, a excepción de NamJoon; decía que estaba tan ocupado como para poder pensar en un relación, pero de todos modos llegaba a verlo salir con una que otra chica.

–¿Les parece si vamos de picnic el sábado? –preguntó Leia con entusiasmo

–Eso estaría genial –apoyó JungKook la idea, tomando mi mano

–¡Sí! –gritó TaeHyung como niño pequeño

–Yo también concuerdo

Seguimos caminando hasta la camioneta que llevaba TaeHyung, habíamos estado en el centro comercial toda la tarde. Nos subimos muy emocionados mientras JungKook seguía tomando mi mano.

–¿Paso por ti? –me preguntó sonriente

–Eso estaría perfecto

–Además –sonrió con misterio–. Quiero que ese día sea perfecto; tú, y yo...

–Y nosotros cariño –añadió TaeHyung, haciéndonos reír

–No digas nada –le susurró Leia mientras golpeaba ligeramente su hombro–. Cortaste ese momento tan especial, él le quiere decir algo importante

–¿De verdad? –preguntó él muy sorprendido de forma susurrante–. ¿Y qué será?

–No lo sé, yo...

–Eh, chicos –los interrumpí

Voltearon a vernos sorprendidos al escucharme, miré de forma burlona a JungKook, quien se encontraba cabizbajo y con un ligero sonrojo en el rostro.

–Será mejor ir a casa –indicó Leia avergonzada

–Lo siento, sigo con dudas

–¡TaeHyung! –lo reprendió Jeon

Leia y yo reímos mientras él se disculpaba con JungKook. Nada cambiaba.

[...]

–Ya ve a dormir...

–No, quiero seguir hablando contigo –me quejé mientras él reía

Luego de llegar a casa por la noche, me conecté en una videollamada con JungKook, era de noche, yo debía trabajar al día siguiente, y él iría a sus clases de diseño. Llevábamos un par de horas platicando, y por algún motivo no quería dormir, deseaba seguir hablando de cosas triviales con él.

–No vas a poder levantarte temprano –advirtió riendo levemente

–No importa, yo quiero seguir escuchándote

–¿Ah sí? ¿Y por qué? –mostró sus hermosos dientes en una sonrisa divertida

–No lo sé, sólo no quiero dejar de escuchar tu voz, saber que sigues conmigo... me haces sentir tan tranquila

–Yo... –esperó unos segundos–. No sé que decirte –rió apenado–. Es hermoso escuchar eso, pero... me dejaste sin palabras

–No necesitas decir nada, estoy bien con saber que puedes escucharme y verme –sonreí

–Sabes que te quiero demasiado, ¿verdad?