Capítulo 50

131 13 6
                                    

∆ Narrador ∆

      
     
     
        

Habían pasado unos cuantos meses, ella había decidido volver al país donde nació, pues había recordado dónde comenzó su amistad con su mejor amigo, con el que tuvo una relación muy estrecha.

Ella siempre creyó en la ideología del destino. Cada persona está destinada a algo, y a alguien; creyó, alguna vez, que su mejor amigo de la infancia, sería el amor de su vida. Pero tiempo después, se dijo a sí misma que su destino no era amar, ni ser amada.

Cada decepción, cada decisión, cada persona que conoció. Era cierto que así debía pasar, no siempre se está destinado a una persona en la que su relación dure por siempre.

Aunque sea efímero, por algo debía suceder.

Se encontraba triste y nostálgica, pero igualmente feliz, feliz de saber dónde estaba la persona que tenía aquel collar que había regalado. La había encontrado por fin.

La vida era curiosa, a veces parecía burlarse de uno mismo, pero la verdad es que todo estaba premeditado para llegar a este punto.

La chica salió aquella tarde con su antiguo amigo, pues tenía una noticia que darle al igual que él a ella. No sabía lo que le diría al hacerle saber lo que haría, pero conociéndolo, no estaría en desacuerdo.

–Hola JungKook –saludó al entrar a aquel café

–Hola –sonrió ampliamente

Ella se sentó frente a su amigo, pidieron cada uno lo que le apetecía y comenzaron a platicar tranquilamente.

–¿Cómo te ha ido con la mudanza? –preguntó él con interés

–Bien, supongo –soltó una risa al igual que él–. Casi pierdo toda mi ropa y demás equipaje, pero todo salió bastante bien

La plática se prolongó por varios minutos, incluso a un par de horas. El chico se acomodó en su lugar pensando en lo que le diría y soltó un suspiro sonriendo.

–¿Qué necesitabas decirme? –cuestionó ella intrigada al verlo bastante ansioso

–Bueno... –tomó un respiro hondo–. Me voy a casar

Ella se quedó un momento sin reaccionar, luego de unos segundos sonrió ampliamente y soltó un gritó de emoción. Estaba sorprendida y entusiasmada.

–¡No puede ser! –soltó una risa con emoción–. ¡Muchas felicidades!

–Gracias –rió él por su reacción–. Ella no pudo venir por cuestiones de trabajo, pero espero puedas ir a nuestra boda

–Claro que sí –sintió una inmensa alegría que casi sentía las ganas de llorar, se sentía muy feliz por él–. Te deseo lo mejor... es tan hermoso esto

–Lo sé, gracias, ¿sabes algo? Un tiempo atrás pensé que serías tú la persona con quien me casaría, pero simplemente no era nuestro destino

–Es cierto –sonrió suavemente–. Supongo que puede parecer cruel el destino, pero siempre acierta

–Lo dices como si hubieras descubierto algo

Ella sonrió feliz, guardando el secreto que antes pensaba revelar, él estaba confundido por su repentina actitud, pero luego de unos segundos comprendió a lo que se refería.

–Supongo que nadie puede obligarte a sentir algo que ya sentías –comentó él, emocionado por lo que ahora sabía

–Lo sé –soltó una risa

Predestinación °~тaeнyυng~°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora