Capítulo 36

64 8 1
                                    

–¡Ayuda!

–No grites JungKook

–¿Hye? –cuestionó confundido

–Sí, soy yo –reí divertida

–¿Dónde estoy? –miró el lugar confundido

–En casa de Seokjin

Observó todo con detenimiento, miró la cama donde estaba y se cubrió inmediatamente con la sábana como si hubiera visto un fantasma.

–¿Qué sucede? –pregunté evitando reír por su acción

–No me mires, me veo mal –dirigió su vista abajo de la sábana– ¿Tú...?

–¿Yo qué? –cuestioné confundida

–¿Tú me quitaste la ropa? –desvío la mirada y siguió cubriéndose

–No –reí–. Fue TaeHyung

–Oh... y, ¿dónde está él?

–Ya se fue

–¡¿Cómo?! –gritó sorprendido, luego carraspeo–. Lo siento, me exalté

–No te preocupes, se fue hace un par de horas

Frunció el ceño, buscó su móvil y lo encendió.

–¡Son las 3 de la tarde!

Reí mientras me levantaba, decidida a caminar hacia la cocina, pero justo antes de hacerlo me tomó del brazo jalando con fuerza hacia él, abrazándome.

–JungKook...

–No te vayas aún

–Debes comer... desayunar

–Pero quiero quedarme un rato más acostado

Hizo señas de que me acostara junto a él ahora, comenzó a sonreír de una forma tan hermosa haciendo que soltara una risa.

–Sólo un momento –indiqué colocándome junto a él

–Cinco minutos

[...]

Algunos meses habían pasado, todo iba tan bien. NamJoon fue buscado por una compañía discográfica para ayudar como compositor; SeokJin salía con una chica tan linda, divertida y dueña de un restaurante; YoonGi venía de vez en cuando con Angy; Hoseok había salido de la escuela, pero ahora había logrado ser dueño de un estudio de baile que manejaba con Jimin; JungKook y yo salíamos demasiado, íbamos a todos lados, él impartía clases particulares de canto mientras estudiaba diseño gráfico. Con TaeHyung... las cosas transcurrieron bien, pronto regresaría de Inglaterra acompañado de Leia, unas cuantas pinturas suyas habían sido expuestas en un evento de la escuela a la que asistía, llamando la atención de otros artistas, además de tener buenas notas en sus clases.

Yo, por mi parte, trabajaba en un estudio fotográfico que colaboraba con una empresa dedicada a la publicidad, decidí tomar clases de diseño y comunicación visual para poder mejorar en mi ámbito laboral.

Me encontraba caminando por las calles del centro, había salido temprano por ser día festivo. Era verano, el calor era insoportable, la ropa me incomodaba al sentirla algo ajustada a mi cuerpo. Una llamada entró a mi móvil.

–¿Bueno?

¿Dónde estás?

–Hola Jin, qué gusto volverte a oír, estoy bien, ¿cómo estás tú? –cuestioné con sarcasmo e ironía fingiendo molestia

Lo lamento –rió ligeramente–. ¿Cómo estás?

–Bien, ¿tú cómo estás?

Predestinación °~тaeнyυng~°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora