treinta

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Mia

Pasé cuarenta y cinco minutos caminando por una carretera desconocida hasta que encontré un taxi. Mi cara estaba toda roja e hinchada, parecía como si no hubiese dormido en un buen rato y la mirada que el taxista me dio cuando entré al carro fue épica. De hecho, fue suficiente para que empezara a llorar otra vez. Cuando me preguntó a donde quería ir, le dije que al aeropuerto más cercano.

Mi plan era tomar un avión a cualquier lugar de la costa Este y luego encontrar la manera de regresar a mi casa. A pesar de que Harry me había dejado una gran cantidad de dinero, todavía estaba sorprendida de que me hubiese abandonado en esa carretera de esa forma. El protector y bondadoso Harry hubiese al menos esperado que tomara un taxi, pero no. El Harry que conocía no me hubiese dejado ir si mi seguridad no estaba garantizada.

El camino al aeropuerto más cercano fue de media hora. Le pagué al taxista y me bajé del auto cargando mi maleta y monedero. Sinceramente estaba más que aterrorizada. Estar completamente sola en un lugar que no conocía era algo que estaba apenas experimentando y no tenía idea que hacer. Habían personas caminando apresuradas a mi alrededor y ninguna parecía ser gentil como para acercarme a preguntar.

Con manos temblorosas, me acerqué a una mujer detrás de un mostrador y le ofrecí más de mi dinero para obtener un avión hacia el aeropuerto de Filadelfia. Esto me llevaría no tan lejos de casa, y lo único que tenía que hacer al llegar era buscar otro taxi que me llevara. La mujer se tardó como quince minutos tratando de encontrar algo para mí, y luego pude comprar mi boleto de primera clase en American Airlines para las cuatro y media. Ella me preguntó si estaba bien o si necesitaba una llamada, pero lo rechacé. La lástima en sus ojos era demasiado insoportable para seguir mirándola, así que me retiré de prisa.

Tener que esperar tres horas y media en un aeropuerto después de haber terminado una relación con alguien de quien estuviste enamorado era duro. Además de todo eso, también estaba sellando mi destino al ir con mi padre. Apenas llegara, los papeles de matrimonio iban a ser firmados y no había nada que pudiese hacer al respecto. No quería ni pensar lo que me esperaba al llegar a casa, pero tampoco había algo que pudiese pensar para mantener mi mente ocupada.

Me preguntaba qué estaba haciendo Harry. Lo más probable es que todavía estuviese en el yate. Esperaba que se estuviese sintiendo mal por no haberme dejado explicar, porque todo lo que él escuchó fue tomado completamente fuera de contexto. Era mi culpa por no haberle dicho nada a tiempo, pero me sentía avergonzada del trato que mi familia me estaba dando y no quería ponerle todos mis problemas encima. La única cosa que quería hacer durante ese viaje era olvidarme de mi familia y de Matthew, no traerlos de vuelta.

Todo el vuelo fue insoportable. Cuatro horas dando vueltas, incomoda en un asiento, y llorando. Por suerte, ya que estaba en primera clase, no tenía a nadie sentado a mi lado para que me juzgaran por todo el desastre que era. Una de las auxiliares de vuelo me ofreció unos pañuelos pero se los rechacé. Sentirme vulnerable frente a las personas no era una de mis cosas favoritas, para decir lo menos.

Lo que me dolía mas era lo mucho que estaba enamorada de Harry. ¿Qué hubiese sido de nosotros? Seguramente ya no había futuro ahí. La forma en que me gritó y no me dejó hablar, me dio a entender que él nunca iba a escuchar lo que tenía que decir. Mi vida terminaría miserablemente atada a Matthew debido a un contrato y Harry me superaría. Lloré con más fuerza con tan solo pensar en eso.

El vuelo no fue tan largo, pero se sintió como si fuese eterno. La puesta de sol se veía hermosa desde las alturas, y estar ahí arriba con el horizonte a mi vista fue de alguna manera reconfortante para mí. Anoche, Harry y yo estábamos acostados viendo una puesta de sol tan hermosa como esta. ¿Acaso él estaría viendo esta también? ¿Estaría pensando en mí? Incluso las cosas estúpidas como una puesta de sol me recordaban a él.

Ready To Run | Harry Styles (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora