ONCE

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—No le gusto y eso se noto al tiro, así que no insistas Jazz.

—Espera, recapitulemos... —Jazz no caía en la cuenta que cuando le pedí un abrazo a Chase, el me rechazo. —Tu le pediste un abrazo y el dijo que no así sin mas, ¿no dio ninguna explicación?

—No, no fue así, solo dijo que dentro de sus funciones como Instructor no podía hacer muestras de afecto con algún participante.

—Eso no se cataloga como rechazo entonces, creo que tu mal entendiste sus palabras, ¿qué dijo después?

—Termino diciendo que ahí no, nada mas.

—¡Llamalo!

—¡¿Qué?!

—Que lo llames, aclaremos el asunto, ¿o no?

—No se, además no tengo su número y no, aunque lo que tenga, no lo llamaría, claro que no.

—Cobarde.

—No soy cobarde, sabes que no lo soy.

—Demuestra lo contrario.

—¿Cómo?

—Mandale un mensaje por lo menos.

—No entiendes, no tengo su número.

—Yo lo consigo, espera.

Marco a alguien y le pidió su número, supuse que era a Fher y este se lo dio, así sin pedir explicaciones ni nada.

—¡Aquí está! —me dijo mostrando me un número en su celular.

Le quite el celular de las manos, pero no para llamarlo, si no mas bien para guardarlo.

—No lo voy a llamar, pero si le mandaré un mensaje, ¿te parece? —Le lance su celular después de guardar el numero de Chase.

—Me conformo con eso. —dijo sonriente.

Estúpida, pensé mirándole con mala cara.

Rápidamente escribí un mensaje corto, "quiero verte, para hablar", no necesitaba decirle más o al menos eso creí.

Esperamos como diez minutos y no respondía al mensaje perdí la esperanza y confirme que yo no le gusto, así que le dije a Jazz.

—Te lo dije, los sentimientos no son mutuos, además el debe estar con alguien o que se yo, casado incluso podría ser.

En eso me llego un mensaje al celular, la respuesta que estaba esperando.

—Yo también te lo dije, además si estuviera casado Fher me lo hubiera dicho. —sonreía muy maliciosa Jazz.

Me puse tan nerviosa que no podía sacar el celular de mi bolsillo y cuando por fin lo logre lo hice caer, me sonroje bastante.

«Dime donde y voy corriendo, :-)»

—¡Ves, te lo dije! —se emocionó Jazz. —Nadie que no este interesado en alguien responde de esa forma.

Sonreí y le respondí donde podíamos vernos, solo tenia la firme esperanza de que no me fallara.

*****

Espere cerca de diez minutos en el Boulevard de la Recoleta, cuando de pronto apareció él.

—¿Te hice esperar mucho? —preguntó

—Casi nada. —respondí intentando ocultar mi alegría al verlo.

Cuando por fin llego hasta donde estaba yo, me hizo levantar y me dio un abrazo imprevisto, admito que me tomo por sorpresa pero realmente ese abrazo cálido me gusto bastante, me apoye sobre su hombro y me quede ahí, él susurro.

—Lamento haberte hecho esperar tanto para darte este abrazo.

—No importa, aunque yo lo necesitaba en ese momento, gracias de todas formas.

Se alejo de mi unos centímetros y me miro muy fijo a los ojos.

—Si me miras de esa forma yo te llevare conmigo.

—¿Que tiene mi mirada? —me sonroje un poco. —¿Y a donde me quieres llevar?

—Me gusta tu mirada, miras de una forma fija sin temor a nada ni a nadie, además refleja sinceridad y honestidad. —respondió a mi pregunta.

Lo tenía muy cerca mío, a centímetros, milímetros, cerca cerquita, ahí solo para mi.

—¿Quieres caminar? —no pude decir mas, además lanzarme así no mas se vería mal en mí o que podría pensar él de mi.

—Claro. —dijo eso y me soltó.

Caminamos sin hablar un buen trecho casi hasta llegar al puente de la Recoleta.

—¿Quieres ir a algún lugar en especial o puedo llevarte yo a donde me plazca? —dijo eso sin titubear.

—No tenía pensando ningún lugar, dejare me lleves, después de hoy creo que puedo confiar en ti. —sonreí como una boba.

—Ok, ¿conoces el nuevo centro comercial que esta aquí arriba sobre la Pando?

—Escuche que existe pero no he ido aún.

—Perfecto, momento... ¿Ya comiste algo? —moví la cabeza en señal negativa. —¡Qué tonto soy donde quedaron mis modales!

—¡Tranquilo! —le dije para calmarlo un poco.

—Ahí en el centro comercial hay una plaza de comidas, podemos aprovechar para comer algo.

—Bien solo dejame hacer una llamada, para avisar en casa que no llegaré a cenar.

—¡Claro, dale!

A mi mamá no le agrado la idea de que su pequeña no llegue a cenar a casa, quiso hacerme las mil preguntas como siempre pero supe evitarlas diciéndole que le contaría todo al llegar, obviamente no le iba a decir que estaba saliendo con Chase si no me preguntaría hasta cuando nació y donde; honestamente no tenia ganas de contarle todo a mi mama, así que me inventaría alguna excusa de que estuve con Jazz y se calmaría, bueno eso creo, o que resulte ser así.

—¿Lista? —me preguntó el apuesto hombre que tenia delante.

—¡Si! —exclame con una sonrisa bien ancha.

*****

Llegamos al "Hupermall", bueno ese era el nombre del centro comercial, subimos hasta la cuarta planta para comer algo y ahí poder hablar, aunque con el ruido que hacía la gente era muy difícil que podamos, aunque pensándolo bien ya no hay nada de que hablar, yo solo quería aclarar porque me rechazo el abrazo que pedí pero fui rápidamente muy respondida en cuanto me vio.

—¿Qué se te antoja? —me despertó de mis pensamientos.

—No se, ¿a ti?

—Una hamburguesa con papas.

—Puedo ver que mas hay en el menú y veo que puedo comer, ¿ok?

—Claro por mi no hay lío.

Al final, de tanto ver comida me decidí por unas "alitas a la barbacue".

Ambos comimos casi sin decir nada, el silencio se podía cortar con un cuchillo, habían demasiadas parejas a nuestro alrededor, eso incomodaba a ambos, por momentos nos mirábamos y nos reíamos, en una de esas él limpio un poco de mostaza de mis labios, admito que me avergoncé un poco pero después nada de nada, alguien debía de matar el incómodo silenció entre nosotros y esa sería yo.

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