TRES

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—Me agrada cuando ya se acercan las vacaciones y mas en el trabajo, conozco gente nueva, hago amigos y conozco a alguna que otra muchachita simpática por ahí.

La sonrisa de diablo que me lanzaba Fher me asustaba un poco cuando decía eso.

—Hey, calma tus hormonas, que aún faltan un par de días mas para la vacación y las inscripciones, además si sigues así de calentón nunca conseguirás nada serio con nadie.

—Tu siempre tan romántico y con toda esa vaina de caballero, ¿cuando cambiaste tanto? Jejejeje, dime a todo esto, ¿ya haz visto a quien llevar al baile que harán los universitarios por el fin del semestre académico?

—¡Sereno moreno¡ —Decirle eso a Fher le caía como anillo al dedo por su color de piel.

—Anda poniéndote las pilas que no quiero tener que conseguir te pareja a ultimo momento, otra vez.

Ambos reímos.

—¿Como si no extrañaras esas épocas?

—Esas bellas locas épocas, mi hermano.

—¡Ya dejen de hablar tanto y terminen de limpiar el material, todo tiene que estar listo para este fin de semana!

El Jefe era un tipo sereno pero esta vez parecía que andaba de mal humor, casi nunca nos trataba de esa manera.

—¿Todo bien, Jefe? —Pregunté.

El jefe reaccionó y dándose cuenta nos dijo.

—Si, lo siento no era mi intención gritarles, es solo que últimamente ando muy estresado, con esto de los viajes vacacionales de fin de semestre, que nos han quitado bastante clientela.

—Tranquilo Jefe, con el plan que propuso Chase todo saldrá de maravilla, ya vera.

—Exacto, lo único que falta es que repartamos mas panfletos en los Colegios, Liceos y Universidades, ya vera que estas semanas no tendremos tiempo ni de ir al baño. —Termine mi pequeño discurso con una sonrisa.

Eso le devolvió un poco la confianza al Jefe.

—Esa actitud me agrada Chase, ¡ya de una vez acaben y vayan a repartir panfletos!

Fher y yo nos miramos y sonreímos.

*****

Al finalizar la tarde, ya habíamos acabado el paquete de panfletos que nos dio el Jefe, ahora si estaba decidido a que seria una buena vacación para mi y para Fher, tendríamos harto trabajo y eso no había que dudarlo.

Volvía a casa con una sonrisa enorme en mi rostro.

—¿Todo bien? —Pregunto Erick, mi hermano mayor.

Ambos vivimos en un departamento pequeño que pudimos conseguir con la pequeña herencia que nos dejaron nuestros padres antes de tener ese accidente en el que fallecieron, pero no me gusta hablar sobre ello o por lo menos, no lo haré por el momento.

—Si, ¿Porqué? —Respondí.

—¡Porque sonríes como idiota! —Él siempre se encargó de hacerme bromas pesadas durante nuestra niñez.

—Silencio estúpido.

—Ya en serio, ¿porque tan feliz?

—Nada, solo que presiento que esta vacación ira mejor que la anterior, mas bien tu, ¿que tal el día?

—Lo de siempre, sabes que no hay nada que cambie la rutina en la oficina; sigo esperando el ascenso que pedí hace tres meses, no se porque me hacen esperar tanto.

—Tranquilo hermano, ya veras que las cosas mejoraran esta vez.

Le di unas palmadas en la espalda a Erick y me estaba yendo a mi habitación cuando dijo.

—Y a todo esto, ¿ya pensaste que vas a hacer en tu cumpleaños?

Volteé, le regale una sonrisa y respondí.

—Trabajar.

—Es así como lo hemos hecho siempre, ¿pero te parece que si me ascienden yo te lleve por ahí a dar unas vueltas?

—Me encantaría, ya quedamos en esa fecha y te haré recuerdo lo que me acabas de ofrecer.

—Tranquilo que no se me olvidara hermanito.

*****

Entre en mi habitación, encendí el televisor mientras me sacaba la ropa sucia y la metía en el cesto, saque una toalla del ropero y me entre a la ducha, ahí era donde mis ideas locas comenzaban a despertar, pero en vez de eso me puse a recordar a la loca de mi ex novia.

Emily y yo lo habíamos dejado hace dos meses atrás por decisión de ambos, a mi me estaba costando olvidarla pero ya casi lo lograría, mi meta era enfocarme mas y mas en mi trabajo así de ninguna manera podría perseguirme su recuerdo, aunque el llegar a casa y ver las cosa que me regalo me partía el alma y no se porque no me deshacía de sus cosas.

Al salir de la ducha se me ocurrió que tal vez ya era hora de superarla, así que agarre sus cosas las metí en una caja que pille en mi armario y lo cerré bastante con la cinta de embalaje, me asuste un poco cuando escuche.

—¿Aún con eso?

Erick estaba parado en el umbral de mi habitación.

—¿Se te perdió algo? —Respondí con otra pregunta.

Erick solo sonrió y dijo.

—Tan maduro tu, te diré algo que papá me lo repetía infinidades de veces, tal vez me veía como yo a ti ahora tan cagado por una mujer, "hay un montón de peces en el agua, no nades contra la corriente por perseguir uno"

Lo mire y se me salio una lágrima.

—Lo entiendo hermano pero a veces es un tanto difícil matar una relación de dos años, que ella lo haya tirado a la basura me duele y también extraño los consejos de papá y mamá.

—Lo se, pero para eso estoy yo aquí para aconsejarte y guiarte por el camino que te falta recorrer, si la vida no quiere aun verte con alguien pues no fuerces las cosas.

Acercándose a mi, me quito las lágrimas de los ojos y me dio una bofetada suave.

—Viste te que te llevare a comer para que se te quite la tristeza y haremos algo mas, lleva esa caja contigo nos des haremos de ella y veremos tu proceso de recuperación.

—¡Como diga usted doctor!

Erick salio de mi habitación y procedí a colocarme ropa limpia.

*****

No puedo quejarme de la cena, al final la pase bien con mi hermano.

Llevamos la caja de los recuerdos a una zona alejada y ahí él le prendió fuego.

—Veras que al final solo sera una historia mas para tus nietos y terminaras riendo te de todo esto.

—Tienes razón al mal tiempo buena cara.

Luego nos fuimos a casa para descansar y así disfrutar de un nuevo día.

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