—¡Ahg, ni te imaginas lo que decía ese tarado, de: "mi niña" no me bajaba y esta bien, admito que tal vez con eso me conquisto pero por favor, eso ya no le servirá conmigo ni con nadie, el mismo se encargó de matar todos mis sentimientos hacia el! —Jazz comenzó a reír como loca. —¿De que te ríes?
—Nada bruja es solo que te ves tan ridícula diciendo todo eso, mas bien dime, ¿te dieron permiso o no?
—¿Permiso para qué?
—¿Como que, para que? —Se enojo un poco Jazz. —¡Para hacer el curso!
—Ah, eso aun no lo se, mi papa aun no dice nada, pero eso ya es fijo, mas bien salgamos mañana en la noche, quiero distraerme después del enojo de hoy.
—Y...¿que tienes en mente?
—No se, lo que sea, alguna disco o un bar, solo salgamos y vemos que pasa.
—Bien bien, pensare en algo pero ahora a lo que viniste.
Debo admitir que Jazz exagera un poco las cosas, describió al muchacho que conoció como un Dios de la hermosura masculina, bueno solo escuche el relato de mi amiga y luego fui a casa a cenar con mi familia para luego descansar.
*****
Se ha dicho que el amor no tiene un libro de instrucciones, que las reglas del camino poco a poco se aprenden a vivir, yo estoy mas cien por ciento segura de eso, mirándome al espejo viendo una Jenna totalmente distinta, tal vez mis papas me veían como su niña pequeña, bueno siempre lo seré pero ya era hora de algo nuevo en mi vida, así que tome un bolso prestado de Lia, unos jeans rotos, una blusa holgada y maquillaje sencillo, esta nueva yo que esta parada frente al espejo sería el cambio perfecto.
Casi escapando de casa fui dar donde Jazz, que también estaba igual de bella que yo.
—Wow, nunca te había visto vestida así, cada día me dejas mas sorprendida, nena eres preciosa.
—Ay, gracias bruja.
—Ok el plan es este...uhmmm...no se que vamos a hacer pero nos divertiremos esta noche.
Reí como loca.
—Esta bien, vamos a este bar que escuche que es muy bueno. —Me dijo señalando un lugar en su celular.
Caminamos unas cuantas calles para darnos con la sorpresa de que estaba muy lleno y no había espacio, pero ahí mismo el guardia nos recomendó otro que estaba dando la vuelta.
Comenzamos la nueva caminata con la firme esperanza de que nos dejaran entrar sin problemas, ahí el guardia nos dijo que no podíamos entrar ya que no traíamos identificación para ver nuestras edades, ni con pucheros ni con coqueteos nos dejo entrar, ese tipo debía de ser gay, claro sin ofender a nadie.
Ya con la moral por los suelos por la mala racha de esa noche, fuimos caminando con retorno a nuestras casas, hasta que paso un muchacho medio hippie y nos entrego un panfleto que decía de una fiesta cerca de un barrio de mala muerte, era nuestra última esperanza y nos pusimos firmes de que nada nos pasaría en ese lugar, hice parar un taxi y emprendimos el camino dándole el panfleto al taxista.
—Señoritas, ¿seguras que quieren quedarse en este lugar? —Nos preguntó el conductor cuando llegamos.
Mire con algo de arrepentimiento a Jazz y ella le respondió.
—Tranquilo de peores lugares hemos salido ilesas, no pasara nada, pero de igual manera, ¿tuviera algún numero para que lo llamemos en caso de que no tengamos como salir de aquí?
El señor muy amable le alcanzo a Jazz una tarjeta.
—¡Gracias! —Respondí con voz temblorosa pero fuerte.
—Mira mi niña nos...
—¡Que no me digas así! —Le grite a Jazz.
—¡Tranquila, ahorra fuerza que tal vez la necesitaremos aquí!
Entramos al lugar, este estaba casi lleno, para llegar a la barra tuvimos que chocar con varios tipos feos, uno que otro lindo pero nada mas, parecían huecos o drogados, cuando al fin estuvimos en la barra, el bartender que si estaba churrisimo nos dijo.
—¿Qué hacen dos bellezas como ustedes por este antro de mala muerte?
—Queremos pasarla bien, ¿nos das un par de cervezas? —Le respondió Jazz.
Yo agregué.
—Con poco alcohol por favor, las mas suaves que tengas.
El bartender se mofó a carcajadas.
—Mejor les ofrezco leche y se me van a dormir, ¿qué dicen? —Nos dijo con una amplia sonrisa.
—¡Hey Pilo, dales lo que pidan y no las molestes mas! —Grito una voz del otro lado de la barra.
Pilo, así se llamaba el bartender, miro con recelo al tipo del otro extremo y nos dio un par de Coronas.
—Estas son suaves pero tomen las con calma y no dejen que nadie les quite sus cervezas, algunos pendejos intentarán drogar las.
—¿Como se llama el muchacho que te hablo? —Increpó rápidamente Jazz señalando al otro lado de la barra guiñando me un ojo.
Pilo volteo para mirarlo, regreso la cabeza hacia nosotras y dijo.
—Acerquen se y descubran lo ustedes mismas, les aseguro que no les pasara nada si están con él.
Jazz no lo dudo ni un segundo, me agarro del brazo y me llevo hasta donde estaba él que miraba a la puerta prácticamente cada dos segundos.
—Espera, mira te diste cuenta que ve hacia la puerta, tal vez espera a alguien. —Le dije a Jazz.
—Pues si no le preguntamos, nunca lo sabremos.
Llegamos donde él estaba y Jazz golpeo el vaso que tenia en la mano con su botella de Corona.
—¿Esperas a alguien? —Preguntó Jazz.
El volteó muy a la defensiva pero cuando vio a Jazz cambio su rostro de enojo por una sonrisa.
—Pues si.
—¿Entonces prefieres que mi amiga y yo nos vayamos? —Respondió rápido Jazz.
—No dije eso, ¿cuál es tu nombré?
—¡Jazz!
—¿Eso es un diminutivo?
—Sipi, ¿y el tuyo? —Le preguntó Jazz dándole un sorbo a su cerveza para verse madura.
—Eso no importa, ¿que hacen por aquí? —Preguntó el misterioso moreno.
—Queríamos pasar una buena noche pero todo se derrumbo porque no nos dejaron entrar a ningún lugar.
—Ya veo, así que decidieron caer por aquí y divertirse con todos estos maleantes, ¿les gustaría irse a otro lado conmigo?
Jazz estaba por decir que si cuando sonó mi celular, ella volteo a verme y nos fijamos que era mi papá, le dio un beso en la mejilla al misterioso moreno y le dijo.
—Ojala vuelva a verte algún día.
Y empezamos a salir corriendo de ahí, golpeando a mucha gente, incluso golpee a un muchacho en el estomago y casi le hecho encima mi cerveza.
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Más Allá...
RomanceA veces si y a veces no, la vida es difícil cuando tienes obligaciones pero siempre puedes distraerte con algo...o con alguien, eso ya depende de como lo quieras tomar, si a la ligera o con firmeza, esas decisiones son sólo de uno mismo, así es como...