Capitulo 65 - Nuestra pequeña guerrera

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Narra Dulce

Después de ir a casa y buscar la maleta con mis cosas y las de mi pequeña nos dirigimos a la clínica, las contracciones eran cada vez más seguidas y de verdad que ya me estaba doliendo mucho.
— Chris no puedes ir más rápido ?
— Dul voy al limite de velocidad— él va concentrado en la carretera y yo no veía la hora de llegar.
— De verdad me está doliendo y mucho.... Chris me va a dar algo si no llegamos a la clínica ya— al fin, después de unos diez minutos llegamos y entro por el área de urgencias, me examinan y me suben a una habitación, según el médico apenas tengo 5 cm de dilatación así que todo dependía de mi y de mi cuerpo, podríamos seguir así horas o podría nacer en los próximos minutos.
Esperaba que esta naciera tan rápido como el resto de sus hermanos, Chris estaba a mi lado ayudándome a calmar mi dolor, claro está que no era que ayudara mucho pero si algo aprendí con mis otros partos es que si gasto energía gritando y maldiciendo solo gasto energías que podría utilizar para pujar así que me guardo todo lo que aveces se me ocurre gritar. Intentó de todas las maneras posibles tratar de dilatar más y que está niña naciera pero se ve que es testaruda, Chris llamó a mis padres y a mi familia, pronto el lugar se llenó de gente y yo solo quería estar a solas con él, los niños también aparecieron por la puerta después de que llegaran mis padres, amaba tenerlos cerca mío pero no quería asustarlos cuando me tocará pujar.
Hubo un momento en que le pedí a Chris que sacara a todos de la habitación, no sé ni cómo las enfermeras los dejaron pasar, estaban mis amigos, mi familia, los niños.... bueno estos no sé que pretendían, créanme que yo nunca vería a otra mujer dando a luz. Cuando todos se fueron y solo quedamos nosotros cinco descansé un poco más, una de las enfermeras me consiguió una pelota gigante como las que utilizo para hacer yoga, me dijo que a muchas les funcionaba y las ayudaba a pasar las contracciones, tenía a Chris detrás mío haciéndome masajes en la espalda baja y los niños sobando mi cabeza para hacerme sentir mejor.
Las contracciones eran muy pero muy seguidas así que necesitaba que el médico me dijera que mi hija iba a nacer ya o me volvería realmente loca, la enfermera en turno dice que iría a buscar al doctor que por lo rápidas que eran las contracciones estaba segura que ya era hora de pujar.... bueno al menos una buena noticia.
Minutos después..... muchos minutos después apareció mi ginecóloga, gracias al cielo porque si fuera por el otro médico me tendría aquí quién sabe cuánto tiempo, Chris me ayuda a subir de nuevo a la cama y le pido que lleve a lo niños afuera con mis padres, no quería que vieran cuando me revisaran, mientras Chris salió con los niños la doctora me reviso y me dio la magnífica noticia de que ya era hora, por lo menos habían pasado 5 horas desde que llegamos, eran casi las diez de la mañana así que más le valía a esta niña nacer en este mismo momento.
Chris entró y vio el movimiento de enfermeras preparando todo para que nuestra hija naciera.
— Mi amor.... ven, te necesito a mi lado— Chris beso mi frente y me dio su mano para darme fuerzas.
— Todo va a estar bien mi amor, ya pronto tendremos a nuestra hija aquí con nosotros— yo solo pude asentir porque en ese momento una contracción me estaba partiendo en dos y por poco me quedo sin aire.
La doctora me revisó y dijo que estaba completamente dilatada y que cuando ella me lo pidiera pujara, yo asentí y me concentré en el reloj de pared que había frente a la cama, cuando me dijo que pujara lo hice con todas mis fuerzas aunque sentía que me estaba desgarrando por dentro, no se por qué estaba siendo tan difícil este parto si los otros dos fueron mucho más fáciles, ni siquiera con Lúa que era primeriza me había demorado tanto, me habían entrado los dolores y aproximadamente una hora después Lúa llegó al mundo, al recordar ese momento una lagrima cae por mi mejilla, Dios es tan sabio que hizo que quien estuviera a mi lado y recibiera a mi hija fuera Chris, siempre me pregunté por qué y hoy estoy segura que las cosas pasan por algo y que el destino siempre conspiraba para que nosotros estuviéramos juntos.
Los siguientes pujos fueron largos y agotadores, ya no podía más y estaba a punto de desfallecer, no creía poder lograrlo y en este punto lo único que quería era que sacaran a mi hija, no importaba si tenían que hacer una cesárea de emergencia, lo único que me importaba era ella y que estuviera bien.... sabía que llevaba mucho tiempo pujando y que sus constantes vitales empezarían a bajar si no nacía en este momento.
La doctora y las enfermeras se movían de un lado a otro, revisando mi presión y los latidos del corazón de mi hija, supe que algo estaba mal cuando se empezaron a mirar entre ellas y a mí no me decían nada.
— Chris... Chris que pasa— estoy viendo doble en este momento y temo desmayarme y que algo pase.
— Tranquila mi amor.... nuestra hija va a nacer— Chris insistía en animarme pero yo no podía, era imposible no llorar, no quería que nada malo pasara.
— Chris algo pasa.... ya tendría que haber nacido.... hablo tu con la doctora... yo... estoy muy cansada— sentía que me iba a desfallecer.
— Cariño, no te duermas por favor no cierres los ojos Dul... tienes que estar despierta para conocer a nuestra hija— la enfermera me coloca una máscara de oxígeno porque me está costando respirar bien, solo escucho a lo lejos a Chris discutir con la doctora porque no le decía que era lo que estaba sucediendo.
De eso momento en más todo sucedió más rápido, sentí que me inyectaron algo, las contracciones que había dejado de sentir se volvieron extremadamente intensas y muy seguidas, Chris estaba a mi lado dándole su mano y secando mis lágrimas, diciéndome que todo estaría bien, que nuestra hija nacería bien y sana.

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