Capitulo 66 - Eres una Uckermann

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Narra Dulce

Esperar a que trajeran a mi hija fue algo eterno, creo ya habían pasado unas doce horas desde que Aitana había nacido y yo solo la había tenido entre mis brazos unos segundos antes de que se la llevaran a revisarla, ni siquiera la había podido alimentar.
Había sido un día agotador, por la tarde mis padres habían venido otra vez a verme, me habían dicho que los se morían por verme, pero les pedí que no los trajeran, ahora solo tenía energías para mantener mis ojos abiertos y esperar a que trajeran a mi bebé.
Chris estaba a mi lado y me pedía cada cinco minutos que descansara, necesitaba reponer energías.... ya lo sabia pero mi incertidumbre podía más.
Siendo aproximadamente las diez y quince de la noche tocan la puerta y tras de ella aparece una enfermera con mi pequeña, la que no había llorado al nacer ahora lo hacía a todo pulmón haciendo que el sonido de su llanto retumbara en las paredes de la habitación.
— Aqui está sua filha, tudo está bem e perfeito com ela..... acordou aos outros bebês com seu pranto....parece que tem fome de modo que trouxe-a pára que a alimentasse.— Chris la toma en brazos y la enfermera se retira.
— Creo que será un poco escandalosa — Aitana se calma un poco en brazos de Chris y no puedo evitar verlos embobada, se ven tan hermosos juntos
— Chris como dices eso.... mira que te va a escuchar
— Pero es que mírala, lloraba como si no hubiera mañana— aveces me pregunto de dónde sacó Lúa eso de decir todo lo que piensa, ahora ya sé que es digna hija de su padre.
— Tiene hambre eso es lo que pasa.... me pasas una almohada?
— Para qué?— ruedo los ojos pero me acuerdo de que Chris es primerizo en todo esto.
— Para acomodarla Chris para qué más? Necesito que este acomodada mientras la amamanto....no me veas así que lo más normal del mundo
— No es como raro — quién lo entiende a él?
— Raro que tú no las necesites y te las quieras llevar a la boca en todo momento— no puedo evitar reírme de él.
— Oyeeeeee
— Es verdad.... mejor ayúdame a desamarrar el nudo de la bata para poder alimentarla— quita el nudo que tiene la bata de clinica .
— Ya, ahora que hago?— bueno al menos es buen ayudante.
— La almohada Chris— toma el almohadón para lactar que he traído con la maleta.
— Si si la almohada... aquí está — la pone sobre mis piernas— y ahora?
— Carga a Aitana mientras me bajo la bata y me acomodo— Me río de las caras que le hace Chris a nuestra hija, se nota que ya se lo echó al  bolsillo, me acomodo y le pido a Chris que me la devuelva, apenas la acomodo empieza a succionar como loca— Hey te estabas muriendo de hambre mi amor.... te pareces a tu  papá en eso — Chris está a mi lado y Aitana abre sus ojos por primera vez y le toma el dedo
— Oye como le dices eso a nuestra hija
— Ya ya lo siento..... pero no me vas a decir que es mentira.
— Pero como no quieres que me alimente si tú me haces agotar las energías.
— Ay si pobrecito tu— ambos nos reímos y me da un beso tierno.
— Ya quiero salir de aquí y tenerlas en casa.... además los niños se mueren por verla
— Lúa también ?— para qué pregunto si ya sé que no.
— Pues eso si no se, pero tenemos que prepararnos para su reacción— de seguro arderá Troya cuando se entere.
— Me da miedo pensar cómo va a reaccionar nuestra hija.
— Mira se quedo dormida— Chris la mira con infinita ternura.
— Eso crees tú.... quieres ver que solo está haciéndose la dormida.
— Ilumíname con tu sabiduría — la separé de mi pecho y al segundo ya había abierto los ojos y estaba llorando.
— Cómo lo sabías?— me mira sorprendido y río.
— Soy su madre Chris.... además Lúa también lo hacía — me doy cuenta lo que acabo de decir y me doy un golpe mental.... si hay algo que lamenta Chris en su vida es perderse los primeros años de nuestra hija— Lo siento mi amor no quería que te sintieras mal
— Tranquila Dul, soy consiente del por qué me perdí los primeros años de mi hija— me siento mal por lo que dije, pero es que fue sin pensar.
— No hablemos de cosas tristes ahora si?.... no importa lo que haya pasado estamos juntos ahora y tenemos una hija hermosa que nos unió otra vez.
— Lo se, esta princesa es una gran bendición y por eso la amo desde el instante que supe que vendría en camino.
— Aunque salieras corriendo— retira la mirada y se ríe.
— Yaaa, lo siento es que me tomaste por sorpresa.
— Dímelo a mí que me hice como veinte pruebas de embarazo antes de convencerme de que de verdad estaba embarazada.
— Qué exagerada mi amor.
— Exagerada? Ya creía que me había embarazado el Espíritu Santo.... después me acordé de nuestra noche.... sabes lo que pensé ?
— Qué?
— Este condenado tiene demasiada puntería para embarazarme en una sola noche.
— Ya sabes cuáles son mis dotes.
— No sé ni para que te lo dije.... pero bueno disfrútalo porque no dejaré que me embaraces otra vez.
— Jooo Dul..... otro más, si?
— No ya te dije que no y es mi última palabra, Aitana es la última y así se va a quedar.... después del susto de hoy no quiero pensar en tener otro parto.
— Bueno está bien mi amor, no te presiono con eso.... es verdad que fue muy agotador este día.... ya sabes que soy un intenso, pero por ahora nos concentraremos en esta princesa.

Todo de TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora