Narra Astrid
Aun extraño a Hipo. Pero bueno se que tal vez jamas lo volveré a ver.
Hoy conoceré a mi hermana mayor, nunca la conocí y la verdad es que pensaba que era hija única, nadie me a platicado o cantado algo de ella.
Pero ahora creo que se gano la atención de todo el reino y tengo que admitir que es algo molesto, siempre escucho su nombre por todos lados, su nombre esta en la boca de todos.
Se que no e estado muy lejos de casa ni tanto tiempo pero cada vez que pasaba por cada rincón de esta siempre recordaba un momento de mi infancia. Mientras me acercaba al lugar donde conocería a Moana recordaba momentos con mi madre y padre. Me siento rara haciendo esto.
Cuando llegue vi a una chica que era totalmente diferente a mi, he incluso me puse muy dudosa no se parecía en nada a mi ¿como puede ser ella mi hermana?
- hola - dije rompiendo el silencio - ¿tu eres Moana?
Ella dio un salto de susto y se volvió a mi, cuando me vio formo una sonrisa de oreja a oreja.
- Astrid - dijo al fin
- espera ¿tu si me conoces?- pregunto algo extrañada
- eras apenas un bebe...
no dije nada estaba sin palabras
- cuando yo me fui - dijo finalmente
Moana tenia el pelo negro, ojos cafés y piel morena no puedo creer que sea mi hermana
- mira cuanto has crecido - dijo y me tomo de las manos - aun tienes esa mirada curiosa que recuerdo
- pero si eres mi hermana ¿porque nunca me hablaron de ti?
de inmediato borro su sonrisa.
- no lo se - dijo y nado en camino a una roca donde se sentó algo triste - pero estoy feliz de ver te
Fui con ella y me contó todo sobre porque se fue.
Ahora entiendo causo algo malo y por eso se fue y no tuve la oportunidad de conocer la.
- pero bueno ¿que has hecho en tu vida? - me pregunto cambiando de tema
Me quede callada por unos momento ¿que le puedo decir? Al final le conté todo lo que viví aquí, de mis travesuras, mis escapadas, mis estudios entre otras cosas.
- parece que nada a cambiado - dijo con una sonrisa
- si - guarde silencio - aunque descubrí algo muy malo que esta pasando
- ¿mi tía no es así?
- ¿como lo sabes?
- yo también la descubrí... le dije a mi padre y me creyó
- si el nunca nos va a creer
- pero ¿es cierto que te fuiste a un convento?
- no esa bruja e convirtió en una humana
- ¡¿que?! ¿es cierto?
- si
- esa malvada bruja - me dijo muy furiosa - como se le ocurrió hacer te eso
- si
- pero ¿como es el mundo hay? ¿te hicieron algo?
- no - dije y forme una sonrisa al recordar lo que viví hay - de hecho fueron los mejores momento de mi - dije a lo cual era se confundió
- ¿te gusto?
- si los humanos no son tan malos
- cuenta me - dijo Moana muy curiosa
Le conté todo acerca de ellos. Donde dormían, como vivían, también le conté sobre los pies. Cada vez que le contaba sobre algo más quería saber, estaba muy fascinada con todo
- eso es increíble
- si lo es - de pronto borre mi sonrisa y mire a otro lado
- ¿que pasa?
- es que en ese momento me enamore de un humano
- oh
- y ahora ya no lo volveré a ver
- y ¿como era di me?
- pues - dije buscando las palabras - es un chico muy lindo, valiente, inteligente... - le conté todo acerca de Hipo
Cuando termine de contar le se puso muy feliz
- Astrid si que te enamoras te
- si
- espero algún día conocer lo - dijo Moana muy contenta
- si también me gustaría que lo conocieras
Estuvimos hablando sobre otras cosas, hablábamos y hablábamos, eran las cosas típicas que se platican entre hermanas, llego la noche y tuvimos que ir a nuestro cuarto.
Cada quien tenia el suyo.
- bien es hora de ir me - dijo Moana
- me gustaría seguir platicando
- si a mi también
- bueno nos vemos mañana - dije y me fui
- si adiós
Me fui muy feliz por fin pude hablar con alguien acerca de los humanos sin que me dijera que estaba loca. Estaba empeñada en ir a mi cuarto hasta que vi algo que capturo mi atención, no lo pensé dos veces y fui a ver, estaba acercando me mas y mas pero en eso sentí como me tomaban de mi cola y me jalaban, trate de gritar pero me taparon la boca lo único que salio de mi boca fue un grito ahogado y no creo que alguien me escuchara. Trate de zafarme pero no pude, no lograba nada.
Pero de repente me inyectaron algo en mi espalda haciendo que a cada segundo perdiera fuerza, sentía mis brazos débiles apenas los podía mover, mi cola que antes se movía desesperad-amente ahora solo se quedaba flotando, mis ojos ya no podían estar abiertos, poco a poco se fueron cerrando y solo llegue a ver sombras, después oscuridad
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sirenas amor en el mar (Hiccstrid)
RomanceHipo un chico de 20 años, tiene una vida normal y tranquila. el problema llega cuando se tiene que ir a ayudar a su madre. se va con ella en las vacaciones dejando la ciudad para ir a la playa, cambia su vida por completo cuando conoce a una hermos...