La conversación que tuve con mi hermana hace un par de días me dejó más que abismado. Lo cierto es que pensar en ello me hace replantear mucho lo que pienso hacer en el futuro. Y lo que tengo más que claro es que me quiero ir de esa terrible casa, en la que es costumbre amanecer con el cuerpo mallugado por los golpes, y ver a tu madre llorando frente a la ventana. Sin duda Lucy se ha salvado de toda esta situación. Aunque temo por mi hermana menor, Hillary no debe de pasar por lo mismo que pasamos Lucy y yo.
Así que perdido una vez más en mí mismo sigo con mi camino hacia la escuela. Hoy es lunes, por lo que camino más animado a la preparatoria. No me malinterpreten, en especial yo amo este día. Los lunes siempre llego renovado de energías, llego con más ganas de comerme al mundo.
Y en el primer segundo que pongo un pie dentro de la escuela, la mirada de todos se posa en mí, como ya he dicho, aquí soy más del tipo popular. Por lo que las miradas y los cuchicheos son algo constante en mi vida. Después de todo, la gente aquí muere por ser mi amiga... eso sí que es estar loco.
—Ahí viene esa. Deberíamos irnos, dicen que lo HL se pega —comenta una chica lo suficientemente alto como para que todos en el pasillo la oigan. Aunque no le presto mucha atención, pues estoy guardando algunas cosas en mi casillero.
—Hola Dante. —Llega alguien que me golpea la espalda de manera intensa. Como de inmediato reconozco esa voz, y sobre todo esa fuerza, me doy la vuelta para saludar al chico con una mueca de dolor.
—Barry, tú algún día me vas a partir en dos —explico mientras sobo mi espalda. Sin embargo pasan unos segundos largos sin que haya una respuesta de su parte. Así que cuando elevo la mirada, me doy cuenta que los ojos azules de Barry siguen una dirección en específico. Mira de una manera que provoca escalofríos.
Al darme la vuelta veo algo que me incomoda un poco. La chica rubia a la que todos se encargan de molestar se quita del rostro un líquido viscoso que al parecer alguien puso dentro de su casillero. Un gracioso lo puso ahí para que cuando lo abriera se llenara de todo ese líquido verde.
—HL, HL —comienzan todos a canturrear con risotadas que me hacen sentir aún más incómodo. Lo cierto es que sabía que a ella la trataban de esa manera, pero jamás lo había visto frente a mis narices.
—Inútiles —susurra Barry mientras la chica se quita esa cosa viscosa de la cara y se va corriendo lejos de aquí. Pero lo que más llama mi atención es ver que Barry comienza a impacientarse, como si quisiera salir tras ella.
—¿Qué significa HL? —le pregunto a Barry, pues aunque siempre oigo que le dicen de esa manera, no sé exactamente a lo que se refiere. Siempre la tratan mal, pero nunca he entendido la razón de aquello. No sé qué cosa tan grave pudo haber hecho para ganarse el odio de todos. Al parecer todo sucedió cuando yo aún no estaba en esta escuela.
—¿Acaso eso importa? Ella es Dakota y nada más. —Y Barry comienza a caminar en la dirección en la que esa chica huyó. ¿Por qué jamás había notado esto sobre mi amigo?
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Nota de la autora:Bien, bien, bien, he aquí la aparición de uno de los personajes más importantes para la trama. Y no es nada menos que Dakota, la pobre chica marginada de la preparatoria de Dante. Que no los engañe esa cara bonita, ella tiene mucho que aportar a la historia, por lo que se ha convertido en uno de mis personajes preferidos.
Entonces me voy, no sin antes agradecerles por seguir leyendo esta historia, sin darte cuenta ya has leído hasta el capítulo 3. Y aquí vengo con otra pregunta, ¿en su escuela hay o había alguien que sufriera este tipo de acoso? ¿ustedes cómo se sentían por esa persona? Espero sus respuestas.
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|2 0 : 1 7| ¿Hasta cuándo?
Teen FictionUna hora, un mensaje y una chica. Tic Tac, Tic Tac... "Sal a tu azotea, apaga las luces de tu casa y busca la estación 20.17 a las 20:17, dicen que esa es la hora de las almas abatidas, pero esta noche será sólo nuestra. Y dime, ¿hasta cuándo?" El t...