|2 0 : 1 7| ¿Hasta cuándo?

Baile invernal.

Capítulo XXXIX

Miro el sobre de color blanco por enésima vez en dos minutos. Justo ahora estoy parado a un lado del casillero de Dakota. No saben el martirio que es esperar, y más con estos nervios aflorando en mi piel. Ya he movido tantas veces el sobre que se ha arrugado bastante. Si no llega pronto, entonces seguro me vuelvo loco. Es que ella me pone bastante vulnerable. Jamás creí que una chica pudiera tener un efecto tan profundo como el de Dakota. Me vuelve loco.

Y como si del destino se tratase, miro hacia el pasillo, encontrándome con ella ahí y una sonrisa en sus labios. Las personas que caminan a su lado, le sonríen y saludan. Vaya que Dakota se ve hermosa hoy, aunque siempre lo ha hecho.

—Hola Dante— saluda ella mientras abre su casillero. —¿Por qué estás tan nervioso? Seguramente tienes algún secreto que me quieres revelar, pero no puedes, o quizás las respuestas a todas nuestras preguntas están dentro de ese sobre que tienes— otra sonrisa juguetona llega a ella y yo sólo con eso, me siento satisfecho y bendecido.

—No es eso Dakota, tengo algo que darte— así es que le extiendo el sobre blanco un poco arrugado. —Puedes responderme ahora o quizás al terminar la jornada— ella eleva una ceja un poco confundida. Pero al final de todo abre el sobre.

Dentro de él, está un cartel. Es de esos carteles que anuncian el baile invernal, el cual se llevará a cabo hoy viernes, a las ocho y media de la noche. Ya le comenté a Barry que la quiero acompañar, así es que, no podía retractarme. Aunque dentro del sobre, viene incluido también un lindo regalo para ella. Un collar dorado con un dije de la osa mayor.

Lo primero que saca Dakota es el cartel. Sin duda cuando lo mira se consterna un poco. Pero cuando saca el collar, los ojos se le llenan de un brillo hermoso. Así es que le quito el sobre y el cartel, para extenderlo completo.

—Sé que los bailes no te gustan, pero, no pude pensar en nadie más que en ti cuando vi esto, quiero ir contigo y...— pero ella se abalanza a mí y comienza a abrazarme.

—Claro que quiero ir contigo, a decir verdad, creí que nunca lo harías— yo me afianzo más a ella, pero deja de abrazarme para depositar un tierno beso en mis labios. —Sabes que contigo iría hasta el fin del universo— dicho eso, ahora soy yo el que deposita un beso en sus labios.

—Ahora, ¿me permites colocar esta constelación en tu cuello?— ella sonríe aún con mis labios en los suyos. Por lo que me extiende el collar y se da la vuelta. Su piel tibia rozando mis dedos fríos, es una sensación celestial. —Te ves hermosa— comento viendo su collar.

—Pasa a las ocho por mí cariño— comenta tomando mi brazo. De nuevo el "cariño" ha salido de sus labios, de ahí que sonría como un bobo.

—Hoy estaré puntual— comento, sin saber que al llegar a casa, mi condena ya estaría firmada.

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Nota de la autora:

Que ya vamos llegando al final. Y yo que muero de la emoción. Si Dante se da prisa, podría ser que en este baile, él y Dakota se hagan novios, oh sí, y yo que me alegro por ellos. Si es que me doy prisa yo también, el próximo domingo ya tenemos el último capítulo en la plataforma para que ustedes puedan leerlo felices. Preparen esos pañuelos, porque ya no habrá más 20:17, que tristeza.

Ya estamos a punto de llegar a los 2.8k y ya tenemos más de 600 votos, ¿saben cómo me siento? Llena de felicidad y de alegría. Gracias a ustedes es que estamos con estas cifras en el contador. Es que los amo tanto, son geniales chicos, recuerden que siempre están en mi corazón.

Sin más que decirles aquí dejo esta parte. Si puedo, subo otra por la noche, porque la siguiente estará llena de drama y de acción. Por cierto, gracias a un chico genial, llamado Sebas, haré un libro muy independiente a este con los datos curiosos de la historia, claro, cuando termine de publicar esta, y sólo espero que me apoyen, por favor.

Bueno ya me voy, les deseo lo mejor.

Atte.
D.R