■Regina■
Perdí la noción del tiempo mirando la Luna y sintiendo como se inflaba el pecho de la Salvadora bajo mi oreja.
La luz me traía recuerdos, recuerdos de cuando me esforzaba por buscar la luz cuando todo a mi alrededor era oscuridad, de las veces en las que mi madre me encerraba en el cobertizo durante horas; de mi marido, cuando me forzaba contra este mismo suelo y yo notaba que mi espalda se iba a partir en dos, de la noche que asesiné a mi padre, del día que conjuré la Maldición Oscura... Si, este balcón, estas vistas, me traían demasiados recuerdos...
Ahora estaba a salvo de todo eso. De algún modo había quedado atrás, y podía descansar. Estaba tan cansada...tenía tantas ganas de descansar... Se me empezaron a cerrar los ojos del cansancio, y por un instante tuve miedo. Luego recordé que Emma estaba allí, y se me pasó.
Tuve la sensación que habían pasado horas. Creo que nunca había dormido tan profundamente, ni siquiera soñé nada. De repente amaneció, sin más. Dislumbré los primeros rayos de sol sobre el horizonte del torso de Emma, y fui consciente de que no nos habíamos movido lo más mínimo. Yo continuaba aferrada a ella, y ella descansaba su brazo en mi espalda. Todo habría sido tan perfecto si no fuera por la sensación de vergüenza que crecía en mi estómago...
Decidí no moverme; tal vez así no tendría que enfrentarme a todas sus preguntas, tal vez así podría fingir que alguien de verdad me quiere por quien soy, y no por este maldito hechizo que mi madre lanzó sobre mí.
-Regina...- Susurró mi nombre.
-¿Mm..?-
-¿Estás mejor? ¿Has podido dormir un poco?- Acarició mi espalda suavemente con su mano. -¿Quieres que deje de hablar y nos quedemos así un poco más?-
Asentí tímidamente, creyendo que no lo iba a notar. Tragué saliva y vi como el Sol asomaba por las montañas. El paisaje era precioso, lo sé, pero cada vez que lo miraba algo malo pasaba. Ahora ya no me emocionaban las vistas, eran como cualquier otras. Prefería mirar por la ventana de mi habitación, en mi casa, en Storybrooke. Lo echaba de menos. Era el único lugar que he llegado a considerar un hogar para mí. Pero en los brazos de Emma no se estaba nada mal.
Finalmente nos incorporamos, y nos quedamos sentadas sobre la cama. Ella me miraba, pero yo mantuve la vista en las sábanas y suspiré cansada. Estaba cansada de que la gente me mirara así, como si se comparecieran de mí.
-¿Estás bien?- Asentí. -No tenemos por qué hablar de ello si no te apetece.- Negué con la cabeza gacha. -Está bien...-
Fue a levantarse de la cama, pero entonces agarré su brazo y subí la mirada. Ya no me pareció tan buena idea cuando vi sus ojos verdes con ese brillo especial.
-¿Si?-
-Yo...- Sacudí la cabeza. -Gracias...-
-¿Por qué?- Frunció el ceño.
-Por mantener la calma...-
-No te preocupes por eso, yo nunca saldría corriendo.-
-Ya...- Bajé la mirada. -¿Pero cómo lo sabías?-
-El Hada Azul me lo contó...- Dirigió la vista a las montañas. -No se lo pregunté, pero me lo contó...-
-¿Qué te contó?- Intenté que no me temblara la voz.
-Lo suficiente.-
-Ah...- Asentí cerrando los ojos.
-Me alegro de que lo mataras.- Dijo de repente.
-¿Si?- Suspiré. -Yo no... Ese fue el primer paso hacia la oscuridad.-
-Regina.-
-¿Que?- Abrí los ojos y fruncí el ceño.
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Come Back To Me
Fanfiction(Segundo puesto, categoría fanfic, storytellingCON bcn) Emma y Regina lucharan codo con codo para conseguir que su hijo Henry recupere la memoria, mientras también tratan de encontrar el modo de volver a casa. (Mediados temporada 3)