Respiró descontrolada mente en busca de calma, su piel ardía un poco por lo caliente que estaba la sopa, había tenido un accidente con un pálido azabache, quien todavía no se había movido de enfrente. Recordaba rápidamente las clases de manejo de la ira que Asuma, su maestro, le impartía a ella y a Sakura, pues los últimos días se encontraban demasiado estresadas y descargaban todo ese estrés en ira.
— Mi sopa — musitó el muchacho viendo las sobras en el piso, también se encontraba el plato y la bandeja donde llevaba su comida antes del incidente, observó desafiante a la rubia y una sonrisa burlesca apareció en la comisura de sus labios.
— ¿Qué? — cuestionó con más rabia Ino, exaltada, así se encontraba en esos momentos; mandando a la mierda todas las lecciones de contar hasta diez, inhalar y exhalar, cerrar los ojos y otras más que Asuma había sugerido. Quería que se disculpara, él tenía la culpa (desde su punto de vista) y ahora su blusa favorita y el vaquero azúl oscuro de Stradivarius que tanto le gustaba estaban llenos de sopa de fideos.
— Me debes una sopa.
— Me debes la tintorería.
— Nadie te manda a andar chocando con gente que trae felizmente su sopa.
— Nadie te manda a andar... Caminando por allí con una sopa.
La discusión se tornaba cada vez más sin sentido, los demás comenzaban a rodearlos para apreciar más de cerca la escena que armaban en la cafetería.
— ¡Es inaudito que sólo te preocupe tu sopa!
— Tengo hambre.
Apretó los puños con fuerza, ¡qué desconsiderado! Aparte de que no le importaba haber derramado encima de ella su dichosa sopa, tenía el cinismo de verla con asco.
— Tu expresión se me hace graciosa — dijo, sacó su teléfono y le tomó una foto a la de orbes azules.
— ¿Qué haces? — indagó confusa sin quitar la pizca de enojo.
— Te he sacado una foto — respondió y le mostró dicha foto, el rostro de la Yamanaka se había vuelto pálido al ver el desastre que era en esos momentos.
— ¡Estas loco! ¡borra la foto, salgo hecha un desastre! No quiero que nadie me vea así.
— ¿Te has dado cuenta que todos en la cafetería ya te vieron y más de alguno te ha de haber sacado una foto también?
Pestañeo dos veces y miró a su alrededor, efectivamente, dicho por él, ya la habían visto y fotografiado.
— Bastardo ¡me las pagarás!
— Tú me las pagarás, me debes una sopa.
Hecha una furia corrió lejos del lugar en busca de refugio dentro del baño de chicas, maldiciendo todo. Detestaba que le pasaran cosas de ese tipo, pero más detestaba la actitud de aquél chico, quien más de una ocasión lo había visto e incluso cruzaron miradas; no negaba que era apuesto pero con haber hablado y discutido con él hoy le dio razones para descartarlo de su lista de platónicos. Sacó de su bolsillo trasero dicha lista y con el lápiz labial que estaba usando cuando ocurrió el choque de fideos, rayó con furia su nombre, y ahora el nombre de Sai se encontraba sepultado bajo el lápiz labial color rosa palo.
—✨—
Un mes, eso era lo que había pasado desde aquel raro pero cliché encuentro. Ino caminaba acompañada de Sakura y Hinata por los pasillos de la universidad. Hinata hablaba con ánimo notable en su voz, Sakura la escuchaba y decía monosílabos a la mayoría de cosas que ésta mencionaba. Ino, por su parte, sólo se limitaba a asentir y soltar algún que otro quejido para afirmar o negar.
— ¿Ustedes que creen que deba ponerme para mi cita con Na-Naruto-kun?
Sakura inhaló, agradeciendo las clases de Asuma.
— No creo que debas preocuparte mucho por eso ¿sabes? Naruto no se complica mucho por esos detalles, cualquier cosa que vistas para él será perfecto.
Hinata asintió decidida, pues ya imaginaba que se pondría.
— Cerdita amiga mía ¿qué diablos te pasa? — preguntó de repente la Haruno con el entrecejo fruncido, odiaba no tener que escuchar los parloteos de ella.
— Tengo sueño.
— ¿Te desvelaste?
— No, sólo, tengo sueño.
Se detuvo frente a su taquilla, introdujo el código y al abrir la puerta, una pagina doblada cayó a sus pies. Supuso que la metieron a su casillero por las rendijas que la puerta poseía.
— Debe ser otro admirador — comentó, no era nuevo para ella, recibía varias de cartas a la semana de admiradores secretos y otros no tan secretos.
— ¿Qué dice?
Al desplegar la hoja, Ino apreció un dibujo de ella, enojada y hecha un desastre. Al instante le recordó el día del encuentro con su platónico.
Sakura y Hinata al ver el dibujo no dudaron ni un segundo en reír a carcajadas, burlándose de Ino, quien no les prestaba atención.
En una de las esquinas del dibujo, encontró un posdata.
"Aún me debes una sopa, desastre. Salgamos un día y te compenso la tintorería"
Seguido se encontraba el número telefónico de Sai. La rubia sonrió y bufo para disimular su alegría.
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Bienvenido/a, espero que disfrutes de estos oneshots, drabbles, viñetas y entre otros de esta bella shipp.
#PorUnWattpadConMasSaiino.
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Historias SaiIno
FanfictionPequeñas historias que escribo en mis tiempos libres, sobre el pintor & la flor de konoha, en universos alternos y a veces con cambios de personalidad. Historia ganadora del primer lugar en la categoría Neji en los CejotasAwards. #PorUnWattpadConMa...