Historias SaiIno

15 || "Dale un beso a mamá"

"Dale un beso a mamá"// Drabble.

—✨—

Ino Yamanaka poseía un orgullo bastante fuerte, su esposo lo sabía, su hijo también, quizá por que él había heredado un poco de ese orgullo Yamanaka además de la falta de sensibilidad para decir algo.

El primer día de clases es, para una madre, un momento emotivo. Ino quería marcar ese momento de alguna manera u otra. Al salir de la floristería Ino y su hijo tomaron camino hacia la academia ninja encontrándose con Sakura y Sarada.

—Buenos días Ino —saludó la Uchiha con una sonrisa, Sarada tan sólo agitó su mano cortésmente.

—Sakura que alegría verte ¿también vas a dejar a Sarada?

—Sí, creo que yo estoy más nerviosa y emocionada que Sarada —exclamó levantando el puño en lo alto. La rubia no pudo evitar emitir una pequeña risita ante la emoción de su amiga y aunque no quisiera admitirlo, ella también estaba muy emocionada, tanto que casi podía recordar a la perfección su primer día en la academia, donde lo que a ella más le importaba era superar a la de ojos jade.

—Bueno entonces vámonos o se hará tarde.

—Sí.

Durante el camino charlaban de cosas triviales, de vez en cuando Sarada e Inojin intercambiaban miradas de fastidio, al llegar a la entrada de la academia Sakura se despidió de su hija y ésta le dio un beso en la mejilla. Ino miró con atención la escena, le pareció tan tierno el detalle que ella también quería uno.

—Inojin, dale un beso a mamá —dijo agachándose hasta quedar a la altura del pequeño Yamanaka, Inojin avergonzado dio un paso atrás ante la petición de su mamá.

—No creo... No creo que sea necesario —respondió con la vergüenza en las mejillas.

—Dije... Dale... Un beso... A MAMÁ —repitió con una sonrisa que infundió terror en Inojin, sabía perfectamente que no le convenía decirle que no a ella y aunque su orgullo era grande el miedo lo era más.

—¡Está bien, está bien! —resignado se acercó a la rubia y con los pómulos teñidos le dio un beso en la mejilla a Ino, quien victoriosamente sonrió para luego revolver un poco el cabello de su pequeño.

—¡Qué tengas un buen día Inojin! No olvides que vendré por ti. —exclamaba eufórica mientras agitaba su mano de un lado a otro. Inojin asintió repetidas veces antes de desaparecer entre la multitud de estudiantes, aunque no lo admitiera su mamá era bastante genial en ciertos aspectos, avergonzarlo era uno de ellos y le parecía un tanto hilarante.