Pequeñas historias que escribo en mis tiempos libres, sobre el pintor & la flor de konoha, en universos alternos y a veces con cambios de personalidad.
Historia ganadora del primer lugar en la categoría Neji en los CejotasAwards.
#PorUnWattpadConMa...
Sai cerró su libro cuando por fin terminó de leerlo. Ligando aún después del matrimonio había sido un obsequio de parte de Kakashi en su boda con Ino, y no, la intención del obsequio no era la de ser le infiel a la Yamanaka sino mantener el humor en la relación. Y debido a que había quedado más que encantado con su primera experiencia sexual con la rubia no podía resistir a querer volver a poseerla y sentir la exquisita sensación del deseo correr por sus venas.
Bien, es sólo cuestión de ir e imitar el acto del libro. Se dijo mientras dejaba el libro a un lado, caminó por la casa en busca de su mujer. La encontró leyendo en el jardín un artículo sobre el lenguaje de las flores y aunque ella sea una experta en el tema no le venía mal leer lo que ya sabía.
Ino suspiró pesadamente, su trabajo la mantenía tan estresada que ni siquiera leer la relajaba. Sustituir el puesto de su ya fallecido padre no era tan fácil como creyó.
Sai se lamió los labios al ver el para nada discreto escote que tenía la camisa de Ino, su vista viajó por todo su cuerpo hasta llegar a las largas y lindas piernas de ella. Agradecía internamente de que Ino estuviera vestida en esas ropas reveladoras así podía admirar lo suertudo que era por tener una esposa tan sexy, y la verdad era que la Yamanaka no miraba la necesidad de vestirse de otra forma en esos momentos, era su día libre y lo único que quería era sentirse cómoda en una camisa de tirantes y un corto short.
—Sai, no te vi —habló Ino girando su cabeza hasta él. Sai se tensó un poco y rascó su nuca.
—Hola.
—Ven sientate.
Hizo caso a su esposa y se sentó a la par de ella. La vio suspirar nuevamente dándose cuenta de su estrés. Miró sus labios y el hambre de ellos le invadió, mantuvo serena su mente, sólo era cuestión de imitar.
—I-Ino...
—¿Hum?
—¿Eres... Una camarera?
La rubia sonrió captando inmediatamente. Cerró el libro que cargaba sus manos y giró su vista hacia él, recargando su cabeza sobre su brazo.
—Porque quieres meter tu propina en mi caja. —respondió lo que diría Sai.
Sai no dijo nada ¿ahora qué?
—Ah...
—Leí tu libro.
—...
—Mejor busca que hacer. Estoy cansada.
Resignado por su plan fallido se levantó para retirarse del lugar como soldado caído. Ino le miró apenada y sonrió pícaramente.
—¿Sabes? Tal vez haga de camarera esta noche. Así que... Más vale que la propina sea buena —dijo, Sai se giró a verla y ella le dedicó un guiño.
El Yamanaka sonrió y salió nervioso de allí.
—✨—
Lamento haberlos dejado tanto tiempo sin SaiIno ;A;.
Pero aquí estoy con este pequeño relato. Tal vez más tarde actualice «SasuSakuOs» xd.
Nos vemos y gracias por leer.💖💖💖
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