Historias SaiIno

Aroma a flores

La boda de Naruto Uzumaki y Hinata Hyuuga había terminado, muchos de los invitados corrían para felicitar a los recién casados. Entre tanta gente alrededor de ellos, Sai trataba de abrirse paso para salir.

—¿Ya? —preguntó Ino, viendo a su novio salir de entre tanta gente.

—Sí, ya he saludado a Naruto y a Hinata. ¿Irás?

—Hay mucha gente alrededor de ellos, mejor esperaré a que se disipe el gentío.

Sai sonrió, caminaron hasta encontrarse con Sakura la cual tenía sus mejillas coloradas.

—Hey, Sakura, parece que estás muy feliz ¿no? —dijo Ino llamando la atención de una distraída Haruno.

—Ino... Sí.

—Por cierto te traje esto —sacó una cajita de regalo y se la entregó a Sakura.

—¿He? ¿Qué es?

—Abre la caja y lo sabrás — respondió Sai.

Sakura vio a ambos novios con curiosidad, abrió la caja y encontró una cadena con un dije de una flor, y no era cualquier flor, era una flor de cerezo.

—¡Gracias! —eufórica agradeció el detalle y Sai se acercó para ayudarle a colocárselo.

—De nada, feliz cumpleaños Sakura.

—Ino —musitó alegre, y corrió abrazar a su amienemiga.

—Por cierto, mira —añadió mostrándole una nota que llevaba en sus manos.

—¿Quién te la dio?

—Sasuke-kun —chilló alegre y de nuevo sus mejillas tomaban otro color.

—Vaya vaya —comenzó a molestar a la Haruno.

—Ino, ya no hay tanta gente ¿felicitarás a Naruto? —preguntó Sai.

—¡Ah sí! Ven vamos Sai, adiós Sakura.

—Adiós Ino, Sai.

Se dirigieron hasta los recién casados, y todo fue alegría y felicidad. Ino sacó su teléfono celular y se tomó varias fotos con Sai, en una de ellas él salía tomando un mechón de cabello de la Yamanaka, lo cual le pareció gracioso.

—Sabes, me gusta mucho tu cabello —comentó el azabache, provocando en Ino una sonrisa.

—Gracias.

—¿Cómo haces para que tenga ese exquisito aroma a flores? — preguntó tomando nuevamente un mechón de cabello rubio llevándolo cerca de su nariz, para percibir dicho olor.

—No lo sé, supongo que estar mucho tiempo en la floristería trae esa consecuencia —respondió quitando el mechón de cabello de los dedos de Sai, miró con atención las puntas, en verdad tenía muy largo el cabello— Creo que debería rebajar un poco mi cabello.

—No lo hagas, está hermoso tal cual es.

—¿E-en serio te gusta mi cabello así de largo? —preguntó emocionada.

—Sí, además, su aroma a flores me enloquece —respondió abrazando a Ino para que pudiese sentir más de cerca su aroma.

—A veces sabes como ponerme nerviosa.

Él rió y la abrazó aún más, llamando la atención de los demás, pero a ellos no les interesaban, sólo querían aspirar la esencia del contrario durante el tiempo que pudiesen hacerlo.