Capítulo 3

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- Bien, como sea, te quería preguntar algo

- ¿que cosa?

- ¿no sabes quién hizo esto? -preguntó desdoblando la hoja donde venía el dibujo-

Los nervios invadieron el cuerpo de Freddy.

- eh n-no

Bryan frunció el ceño ante la extraña reacción del pelos de arbusto.

- ¿seguro?

- seguro

- que extraño

- ¿porqué? -preguntó rápido, temiendo que Bryan ya sospechara que él había hecho el dibujo-

- porque ya se lo pregunté a todos y nadie lo hizo

- oh

- bien, si te quitas podré pasar

- oh si -se hizo a un lado y Bryan caminó a su cama-

- Aunque no me sorprende que un chico se sienta atraído por mi, soy bastante guapo ¿no crees? -dijo Bryan de forma vanidosa-

- am si claro -dijo Freddy- y... si descubres quien hizo el dibujo... ¿le darías una oportunidad?

Bryan río

- he tenido muchas admiradoras pero jamás un chico, nunca sería gay, pero si algún día pasara, tu serías mi ultima opción

- oh, no es como si yo quisiera andar contigo, es más, ni gay soy

Se dio la vuelta hacia su cama sintiendo una presión dolorosa en su pecho, mordió su labio inferior intentando que sus lágrimas no salieran y tragó con todas sus fuerzas el nudo de su garganta. Y se acostó en su cama abrazando una de sus almohadas mirando hacia la pared, sintiendo una lágrima recorrer su rostro.

- eso dices -escuchó la voz de Bryan- admitelo, te gusto, soy irresistible

No respondió, no se sentía con el valor de negarlo. Aunque odiara su soberbia, tenía razón sus palabras.

- ¡No me dejes hablando solo!

No respondió.

- idiota

La lámpara de Bryan se apagó.

Apretó sus ojos con fuerza. Ahora se arrepentía haber ido a ese campamento.

*

Al día siguiente

Freddy se levantó temprano, Bryan aún dormía, lo miró y sonrió se veía tan tierno con su cabello alborotado y y su rostro relajado, soltó un suspiro y siguió dibujándolo en su libreta, sólo que esta vez se aseguraría de dejarlo ahí.

Al terminar el dibujo de Bryan dormido cambió de hoja y comenzó a escribir.

Es increíble que sigas en mi mente... es increíble como no puedo ignorarte o ser indiferente contigo... soy estúpidamente vulnerable a ti, me molesta que me gustes tanto...
Me duele, pero prefiero mantenerlo silencio.

Cerró la libreta y la puso en su cajón, no faltaba mucho para que vinieran a despertarlos.

*

- ¡Hey Freddy!

- ¡Alonso!

- ¿como dormiste hoy?

- bien... -respondió no muy seguro-

- no te veo convencido

Freddy agachó la mirada.

- ¿que sucedió?

- nada

- no te creo

- no es nada importante

- lo es, lo veo en tus ojos

Freddy alzó una ceja con diversión.

- Alonso el Brujo

- calla y dime que te pasa

- te diré después de las actividades

- esta bien

(...)

- Y bien -llegó Alonso corriendo hacia Freddy-

- ¿cómo?

- dime ¿porque pasaste mala noche?

- oh... Ven, te lo diré, pero vamos a mi cabaña

- está bien -respondió confundido-

Llegaron a la cabaña subieron los escalones de madera y entraron.

- sientate

- ¿sucede algo?

- yo... Por favor no me dejes por esto, eres el único amigo que conseguí en el campamento.. -suplicó-

- oye tranquilo, no lo haré

- también te pido que no se lo digas a nadie, por favor

- esta bien, me estas asustando Freddy

- promételo

- te lo prometo, pero dime ya que odio el suspenso

El rizado llenó de aire sus pulmones y lo soltó.

- Soy gay

- oh ¿eso es lo que no te dejó dormir en la noche?

- ¿no te molesta ser amigo de un joto?

- joto se me hace una palabra muy fea y no, no me molesta ser amigo de un chico asombroso que le gustan los chicos

Freddy se sonrojó y sonrió.

- pero dime ¿hace cuanto lo sabes? ¿Porque no dormiste bien anoche?

- lo sé desde los catorce y... Es que... Me gusta alguien

- ¿ah si? ¿Quién? -le miró con picardía-

- a-alguien

- ¿y quién es ese alguien?

- yo... Este... -jugó con sus manos-

Alonso lo miraba curioso.

- me gusta... -se tardó unos segundos en responder, pero al fin lo soltó- Bryan -dijo con la voz baja, audible para Alonso sin embargo-

- woah... -dijo solamente-

La puerta se abrió haciendo que Freddy dé un salto del susto y Alonso voltee con rapidez. Era Bryan que estaba entrando a la cabaña.

- ¿Qué hace este tipo aquí? -Bryan preguntó frunciendo el entrecejo-

- ¿Perdón?

- Tú no puedes meter a quién tú quieras aquí, esta no es solo tu cabaña

- Tú tampoco eres nadie para impedir que traiga a mi amigo

- Lo soy, yo también duermo aquí -dijo aumentando su tono de voz-

En ese momento Alonso no supo que hacer y solo salió de la cabaña dejando a los chicos solo discutiendo, como siempre.

The Notebook of the Summer Camp • Breddy MeyvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora