Capítulo 12

222 38 1
                                    

Bueno, eso había sido extraño, Bryan le había pedido disculpas por todo ¿Qué seguía? ¿Que correspondiera sus sentimientos?. Ja, no seas idiota Alfredo eso jamás pasará, se dijo a si mismo. Bueno, no sabía que era lo que iba pasar ahora, pero existían dos opciones, o le deja de hablar y es indiferente con él ó que tal vez ahora se llevarían mejor.

Alfredo esperaba con ansias que fuera la segunda opción, no soportaría que le fuera indiferente por más tiempo.

- ¡Hey Freddy! ¿Te encuentras mejor? El líder me dijo que habías amanecido enfermo, ¿estás bien? ¿No necesitas nada? -habló rápido-

- hey Joh tranquilo -habló un poco gangoso- entra

- ¿y Bryan?

- no tengo idea salió y no ha vuelto

- oh

- lo bueno es que hoy regresamos a las cabañas

- si, odio los insectos que hay aquí -hizo una mueca que hizo reír a Freddy-

- Yo también -rió-

(...)

Bryan no le había dirigido la palabra desde que se disculpó con él. Bien, creo que eso no era lo que pensaba que pasaría pero, por el poco tiempo que lo conocía, sabía que el chico era un poco raro y temperamental. En fin, ya se encuentra en la cabaña descansando y tratando de recuperarse de esa gripe.

Bryan entró a la cabaña ignorando totalmente la presencia de Freddy quien yacía sentado en su cama escribiendo es su cuaderno.

Freddy lo miró.

- deja de mirarme -habló entre dientes-

El ruloso bajó la mirada a su cuaderno rápidamente.

- no estoy mirándote

Bryan bufó y salió de ahí.

Puedes creer que soy tan idiota que he llegado a amarte en tan poco tiempo y no con tan buenos tratos.
¿Por qué siempre tenemos que enamorarnos de algo imposible?
Por qué el ser humano es tan idiota y masoquista.
O tal vez yo soy el masoquista.

Eres lo mas hermoso que he conocido

Sonrió.

Tus ojos miel que hipnotizan a cualquiera que los mire fijamente, tus labios gruesos que mis labios quieren probar, tu cabello sedoso, tu olor varonil, tu delgada cintura.

Diablos, ¿quién en su sano juicio no caería enamorado de ti al instante?
Te amo, y, mierda, ¿cómo puedo amarte si apenas te conozco hace un par de semanas?

The Notebook of the Summer Camp • Breddy MeyvaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora