Obey Us ; Clan Uchiha

❥ C A P I T U L O 17

Naruto — Masashi Kishimoto©
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— Así que aquí estabas, no sabes cuánto te busqué.

Eve observó con asombro cómo aquella persona ingresaba al recinto en el que se encontraba cautiva de manera altiva e indiferente, y con la mermada fuerza que le restaba se lanzó a la carrera intentando sortear al individuo frente a ella pero éste dedujo inmediatamente su intento y la tomó por los brazos evitando así lo que hubiese podido ser un fatídico mal rato si alguien llegaba a oír el bullicio.
Inmediatamente tomó la tarjeta magnética pasándola por la ranura a un lado de la puerta, bloqueandola.

—¡Déjame salir! —bramaba la joven tironeando con bravura de la camisa del contrario —. ¡Por favor, tienes que liberarme!

El hombre tomó de los hombros a la pelirroja con fuerza y la obligó a sentarse en la alfombra con rudeza, mientras que él por su parte se colocó de cuclillas frente a ella y profirió con una voz carente de emociones —Tch, si no te tranquilizas esto no llegará a ningún sitio, no vengo a hacerte daño pero... —habló inerme a ella —. Tampoco puedo dejarte ir.

Eve retrocedió hasta dar contra la superficie delantera de la cama, su cansina mirada cambió a una desafiante — Y tú... —pronunció lentamente —. ¿Quién eres?

—Uchiha Obito.

¿Obito?

En un fugaz instante recordó ése nombre, era el mismo que el que Izuna había pronunciado en aquél entonces, pero ¿porqué? Él había dicho que sólo él y Madara estaban luchando por el puesto.
Las preguntas simplemente se hacían eco en su mente con más fuerza, las especulaciones se agudizaban contra su de por si flaqueante cordura, instantáneamente se percató de que el joven la observaba con mucha determinación y casi palpable fiereza.

Tragó grueso y le devolvió la mirada con la misma intensidad—. También vienes a mí por lo de la sucesión, ¿No?

Obito exhalo suavemente y dejó su posición frente a ella—. Indefectiblemente.

—¿Cómo supiste que estaba aquí? —inquirió ella con desconcierto —. No... Nunca nos vimos antes, entonces,   ¿Cómo?

—Eso es lo de menos —respondió con filo.

La joven observó con detenimiento al joven a un metro de ella, se veía de porte elegante y recio, con mucha certeza e irreflexion en cada palabra que profería hasta ahora, una característica singular y propia de los Uchiha cabía notar, quién mejor que ella para resaltarlo.
Pero la llamativa peculiaridad en éste hombre era el único ojo que permanecía a la vista, éste denotaba un singular vacío, tan oscuro como el parche que cubría casi en su totalidad el lado izquierdo de su rostro.

—Creí que sólo Madara e Izuna estaban con esta mierda —declaró la joven mientras se ponía de pie dejando vislumbrar los moretones en sus brazos y piernas lo que no pasó desapercibido del Uchiha —. Sabes, Madara ya tiene el puesto asegurado, me presentará ante todos y se acabó la dichosa celebración.

—Si te casas conmigo... —empezó el pelinegro con total impasibilidad—. Logrando así mi objetivo principal, siendo yo el próximo líder voy a darte la libertad de irte.

Eve volteó al oír aquello y soltó un bufido molesto —. ¿Y cuál es la garantía?

—Odio a Uchiha Madara —soltó con un aborrecimiento casi palpable en cada sílaba —Lo odio, a él, a su padre y a Izuna. Odio todo de ellos.