Daddy Jungkook. 💥

Capítulo 8

Me mantuve abrazada a el durante un rato. Puede que le odiase mucho, pero tenía tanto frío de verdad.

—Jungkook— le susurré.—Tengo mucho frío.

—Pues muy bien— dijo aún abrazado a mi.

—Dicen que cuando estoy mala, soy más cariñosa.

Me pegue más a el y comencé a respirar su colonia. Cuando olía esa colonia, tenía miedo, ahora siento tranquilidad.

—Jungkook tengo mucho frío. ¿Porque no vamos a la cama y me calientas?— suspiré en su cuello y este se tenso.

—No te voy a llevar a la cama— dijo retirándome mientras yo me tumbaba y ponía mis pies encima de sus piernas.

—Jungkook o me traes una sudadera o me vuelvo a abrazar a ti— le advertí.

Vi como se levantó molesto y fue a por una sudadera. La verdad es que preferiría mantenerme abrazada a el que estar con la sudadera. De hecho, me pondría la sudadera y le abrazaría. Ya era hora de hacer lo que me saliese de las narices.

Me paso la sudadera y me la puse. Tire de su manga hasta sentarlo en el sofá y abalanzarme sobre él para abrazarlo.

—Antes de que vayas a decir nada, ya te dije que me vuelvo muy cariñosa cuando estoy mala. A si que cállate y dame calor— dije poniendo mi oído sobre su pecho.

Su pulso estaba acelerado, estaría nervioso.

Comencé a moverme para ver mejor su cara pero accidentalmente toque su miembro y este hizo un pequeño gemido.

—¿Y ese ruido?— sonreí.

Este me miro con mala cara y comenzó a quitarme de encima suya.

—¿Quien eres Min? Tú no eres así. No eres pervertida, eres sumisa— dijo observándome mientras yo me sentaba.

—Te dije que íbamos a cambiar los papeles. A ver cómo te sentías— dije levantándome a por un vaso de agua.

—Yo me comporto distinto— dijo siguiéndome.

—Mentira. Incluso tú me tratas peor y me acosas mas— dije buscando los vasos desesperadamente.

—Te odio.

—Y yo odio que me compares con Yen y me trates como el culo por ella. Yo soy Min no Yen, joder.

—No te comparo con ella.

—Lo haces— dije dejando de buscar el vaso mientras nos parábamos ahí en medio de la cocina.

—¿Porque estás mala?— pregunto de repente.

—Porque después de ducharme ayer, dormí desnuda.

—No debí haberte llevado ayer a la playa.

—Pues no, porque no me interesa lo más mínimo donde coño fue tu primera cita con Yen.

—Eres una borde de mierda. ¿Me tienes que tratar así?

—Si, es lo que te mereces.

—Te odio.

—Y yo te quiero no te jode.

En cuanto dije eso, Jungkook comenzó a acercarse a mi, me subió encima de la mesa de la cocina y me beso en los labios. Le seguí el juego y comenzamos a hacer arte en la boca de cada uno.

Al separarnos para coger aire, siguió por darme besos en el cuello con una respiración agitada. Mientras yo le quitaba la camiseta, el seguía besándome. Cuando termine de quitarle la camiseta, comencé a dejarle besos húmedos por su torso desnudo, los cuales dejaron una pequeña marca.