Capitulo III: El Santuario de la Familia Grey

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Tras la noche más inquietante de Sebastián no lograba dejar de pensar en su madre, y en las criaturas que rodearon su casa; Pensar en que él siempre había sido un cazador y que esa sensación extraña que recorría su cuerpo era causada por los demonios, no lo dejaba descansar; Su madre había sido todo para él, verla partir de esa manera, fue lo más doloroso que pudo experimentar, ella dio su propia vida para protegerlo y él debía resolver la razón por la cual su madre lo salvo.

Desde antes que saliera el sol Edward ya se había alistado y se encontraba en la sala principal en espera de que Sebastián y Anna bajaran; El padre de Tom se acercó lentamente a Edward y se dirigió a él con sutilidad — Señor, ¿cuál es su profesión?— Edward se sonrió y contesto — Cazador— el padre de Tom entendió que no era un cazador común al notar sus armas y continuo preguntándole — creo que has de cazar criaturas grandes y poderosas, porque lleva consigo una ballesta muy grande y un par de espadas muy afiladas—,

Edward volvió su mirada más seriamente hacia el Dr. Gustav — cazo criaturas que usted no se imaginaria, y por eso mi equipo es especial para matarlas rápido y eficientemente— el Dr. Gustav bajo su mirada al ver que perturbo un poco a Edward y le comento un poco apenado — lo siento, no era mi intención molestarlo— Edward se sonríe y continua — no es molestia alguna— Edward volvió su mirada hacia la ventana en espera de algo.

Gustav observaba detenidamente a Edward y se percató del emblema que llevaba el frasco metálico de su cinturón y se sonrió mientras lo veía, no era un emblema cualquiera, era la cruz de los Cazadores de Demonios, la misma cruz que llevaba Sebastián en su Anillo y que ya había notado la noche anterior.

El Dr Gustav se acercó a Edward nuevamente y le dijo —Jamás en mi vida creí poder ver a un Cazador de Demonios— Edward se quedó sin palabras, como era posible que reconociera su profesión

—La cruz Grey la he visto en tantos libros antiguos, que la reconocería en cualquier parte— continuo hablando el Dr Gustav, mientras sacaba de un estante un libro antiguo —Aquí esta, la alquimia más antigua, fundada por un caballero de apellido Grey y la cruz de su familia— Edward quedo sorprendido por el conocimiento del señor, y tomo el libro en sus manos.

— ¿Cómo consiguió este libro mi señor? — Preguntaba sorprendido, ya que era rara su existencia —Este libro lo tengo desde hace muchas años, fue un obsequio a mi bisabuelo, por un hombre llamado Arthur Grey— Edward conocía bien ese nombre, era del bisabuelo de Leonardo,padre de Sebastián.

—Le pidió a mi bisabuelo que descifraran los secretos de la antigua alquimia, ya que él le salvo la vida cuando era joven— Gustav tomo el libro y lo acaricio suavemente —este es mi legado familiar, y ahora solo me queda hacerte una pregunta señor— Gustav se acercó lentamente hacia Edward —¿Podría llevar a mi hijo con usted— Edward se quedó impresionado, pues no lo conocía y ya le confiaba la vida de su hijo; el Dr. Continuo —mi vida es corta y el conoce mejor que nadie la alquimia que he estudiado, y estoy seguro que les ayudara en su viaje— Edward aun sorprendido contesto —Mi señor, ¿porque me pide esto?, no me conoce y me confía la vida de su propio hijo— El Dr. se rio y le respondió —usted cree que no conozco este mundo, y cree que desconozco las criaturas que viven en él, sin embargo he visto cosas que ninguna otra persona ha visto, y apuesto a que son las mismas que usted caza— Edward quedo impresionado —Mi señor si su voluntad es que su hijo nos acompañe, lo hará, pero no le prometo su seguridad, ya que mi misión es mantener a salvo a Sebastián, el ultimo heredero de la familia Grey—

El Dr Gustav entendió el riesgo de las palabras de Edward y aun así acepto, él sabía que el conocimiento de Tom los ayudaría en un futuro. Mientras tanto cuando Sebastián despertó noto que Anna se encontraba recostada sobre él, mientras dormía recargado en el respaldo de la cama, no quiso molestarla y solo se tomó unos segundos para observarla, para ver con detenimiento su rostro y como parecía estar feliz durmiendo, no quiso levantarla así que espero unos momentos mientras la observaba; Anna descansaba plácidamente en el torso de Sebastián, a pesar de todo lo que vivió la noche anterior, ella se sentía cómoda y segura, mientras estuviera con Sebastián, al despertar Anna lo primero que vio fue el rostro de Sebastián quien cuidaba de ella en sus sueños, se sonrió y Sebastián se enrojeció un poco; Sebastián volvió su mirada a la entrada del cuarto y vio una sombra, se levantó rápidamente y Anna con él, la sombra paso nuevamente, pero esta vez se dio cuenta de que era Tom el que pasaba caminando y después de ese susto, decidió levantarse y reunirse con todos en la Sala principal.

Cazadores de Demonios: Los Ángeles CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora