Cazadores de Demonios: Los Ángeles Caídos

Capitulo X: La caída del Sello

Una noche tranquila mientras Sebastián dormía, su sueño se vio asolado por una terrible pesadilla; Él se encontraba caminando por un rió de sangre, a lo lejos se veía una criatura que alzaba una espada y las legiones de los demonios parecían arremeter contra el Bastión, Sebastián podía escuchar una voz susurrante a su lado...

La espada rota volvería a unirse y el sello caerá,

El señor de la destrucción gobernara una vez más

Los ríos de sangre crecerán desde el infierno hasta el reino de los hombres,

Las sangre dividida por ideales se mezclara y juntos traerán la paz.

La voz que se escuchaba parecía ser la de una mujer, que repetía continuamente las cuatro estrofas de la profecía... las imágenes que veía Sebastián no era nada más que una predicción sobre el ataque que recibiría el Bastión si el sello llegara a romperse y como el rió de la sangre de inocentes cubriría las paredes de la última defensa del Reino de los Hombres; El demonio de su sueño parecía destruir todo a su paso y Sebastián podía sentir el fuego que lo rodeaba, la criatura se colocaba a su lado y lo atravesaba con su espada; Sebastián siempre despertaba después de sentir el filo de la espada, su cuerpo se alzaba rápidamente mientras colocaba su mano en el centro de su pecho, su corazón palpitaba rápidamente, su respiración era acelerada y su mano sujetaba fuertemente la cama mientras su rostro se encontraba cubierto de sudor; Anna despertaba e intentaba relajar a Sebastián,su situación parecía cada vez más grave y las pesadillas se volvían más continuas; Sebastián había comenzado a tener estas pesadillas desde que subió al cargo de Líder de Clan dos meses atrás, al parecer la mujer de su sueño intentaba advertirle o prepararlo para lo inevitable, la caída del sello y el asedio hacia el Bastión.

La mañana siguiente Sebastián se dirigió hacia el Bosque de las Almas, con la intención de pedirle consejo a su padre, sin embargo, esta vez planeaba ir acompañado de Edward, Tom y Anna.

Sebastián se adentró al Bosque de las Almas y se dirigió hacia un nuevo templo que su padre había levantado, el antiguo cementerio había desaparecido y en su lugar se encontraba una gran iglesia cubierta de oro y mármol, las paredes parecían impenetrables, a lo alto se alzaban grandes torres puntiagudas y un gran claustro se encontraba en el interior; Al entrar a el ahora llamado Templo de las Almas, Sebastián y sus acompañantes se encontraron con Leonardo Grey, el Ángel de la Muerte —Padre he venido a pedirte consejo... he tenido una pesadilla sobre un ataque constante al Bastión desde que me dieron a beber tu sangre...espero me puedas ayudar— Comento Sebastián mientras hacia una reverencia y en su rostro se mostraba la preocupación de un joven.

—Hijo mío, no es una pesadilla con lo que sueñas, es una premonición... el Ataque al Bastión parece ser inminente, pero está en ti el poder salvarlo y proteger a el reino de los Hombres— Sebastián temía lo que escuchaba, pues él ya sabía que esto parecía ser una advertencia y no solo un sueño —Padre... que debo hacer... guíame...— comento Sebastián mientras caminaba desesperado

—Hijo, guía tu camino con sabiduría, no dejes que la ignorancia nuble tu juicio, si has de buscar consejo, encuéntralo con el pasado y el presente, para que puedas guiar tus pasos hacia el futuro— Contesto Leonardo, mientras apuntaba con su lanza el corazón de Sebastián —Con ayuda de tus amigos, has rescatado un libro que guarda los secretos de la creación... léelo y él te guiara...—

—Padre... y que hay de la profecía— dijo Sebastián mientras la preocupación le recorría su cuerpo —Las profecías son solo guías del camino a tomar, pero depende de nosotros cumplirlas y seguir adelante... Busca en la profecía tu guía y salva el reino de los hombres— contesto Leonardo mientras se desvanecía en el aire Sebastián había entendido después de tanto tiempo, la importancia del "Libro de la Creación", sabía que los secretos que le permitirían salvar a toda la humanidad se encontraban en él y en la profecía.