Capitulo XI: Lazos de Sangre

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Después de la Batalla en el sello, los Cazadores lograron escapar hacia el Bastión, pero desgraciadamente perdieron a muchos hombres y Sebastián había sido herido por Diablo el señor del Odio; Las esperanzas de que pudieran sobrevivir a otra batalla comenzaban a diezmarse al ver el gran poder de los Ángeles Caídos.

Los Cazadores que lograron refugiarse en el Bastión, intentaban defender las puertas mientras disparando flechas por las aberturas de las murallas, pero la piel de los Ganduls y la armadura de los Legionarios eran tan resistentes que no parecían lastimarlos; Edward preparo a los Cazadores para una batalla inminente.

Las grandes puertas del Bastión comenzaban a caer lentamente y cuando la esperanza de los cazadores desaparecía un gran cuerno de guerra se escuchó a lo lejos; Edward y Astrid no conocían el sonido del Cuerno, parecía provenir del interior del Bastión, pero pronto seria olvidado por la gran ruptura de las puertas... Los demonios habían atravesado la última defensa del bastión y la batalla estaba perdida para los Cazadores.

Los demonios comenzaron a entrar rápidamente por las grandes puertas, Devoradores, Retrivers y los Ghouls que fueron creados con los cuerpos de los cazadores caídos en batalla, fueron la primera oleada de ataque; Los Cazadores abrieron fuego con una lluvia de flechas y los demonios cayeron lentamente, pero su número era superior al de los Cazadores, pronto las innumerables criaturas habían entrado al interior del Gran Bastión, Edward toco su cuerno de Guerra para hacer que los Cazadores no rompieran filas y continuaran la defensa de las puertas; Las huestes infinitas atravesaban y los Cazadores empezaron a morir frente al a puerta, cuando del silencio de una batalla perdida se escuchó un gran cuerno de Guerra y un ejército bajo las escaleras que daban salida al Reino de los hombres; Cuando las puertas de las escaleras se abrieron repentinamente un Hombre con una Gran Armadura de plata entro caminando lentamente y toco el Gran Cuerno de guerra por tercera vez y detrás de él aparecieron legiones desoldados cubiertos con armaduras plateadas y estandartes con una inmensa cruz... Los Caballeros Templarios habían llegado a defender el Bastión.

Los demonios inmediatamente dejaron de atacar a los Cazadores que se encontraban heridos y se dispusieron a enfrentarse a los Caballeros del Temple, pero una voz dicto una orden que animaría hasta el alma más perdida

—Defiendan a los Heridos y Exterminen a los Demonios... El Bastión del Abismo no caerá mientras DANTE GREY lo defienda— las palabras salieron del Gran Guerrero que poseía el cuerno de guerra.

Oleada tras oleada de Caballeros Templarios salían de la Escalinata Terrenal (Así llamada la gran escalera que subía hasta el Reino de los Hombres);Los Demonios comenzaron a ser aniquilados con gran rapidez, el filo de las espadas y las puntas de las lanzas templarías mataban tan rápido como las flechas de los cazadores.

Cuando los demonios fueron exterminados del interior de las puertas del Bastión, los Caballeros Templarios salieron tras ellos, no permitirían que aquellos que osaron profanar las tierras sagradas pudieran salir con vida; Dante Grey dirigió la batalla hasta las llanuras del Bastión y hubo una masacre de criaturas y bestias infernales.

Dante siguió el ataque hasta la aparición de Abbadon quien cayó del cielo como un meteorito levantando la tierra agrietada de las llanuras —Abbadon... como osas atacar a el Bastión del Abismo— GritoDante mientras cubría su rostro con su gran escudo —Dante Grey...no esperaba tu presencia... pero será un placer aniquilarte— Contesto Abbadon mientras levantaba su gran espada y comenzaba el ataque haciael Bastión nuevamente.

Dante repelió la mayoría de sus hombres hacia el Bastión quedando solo los necesarios para detener la invasión, mientras que él enfrentaría ferozmente a Abbadon.

Cazadores de Demonios: Los Ángeles CaídosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora