Found a Way || Daryl Dixon.

C U A R E N T A Y O C H O

Pico la mejilla de Daryl una vez más recibiendo una mueca de su parte. Toco su nariz haciendo un sonido de bocina de auto, lo que provoca otra mueca peor. Muevo sus labios con mis dedos simulando que esta diciendo algo.

- Hola, soy Daryl y estas viendo Disney Channel .- digo aun moviendo sus labios y haciendo la voz gruesa.

-Voy a morderte si no me dejas dormir.- gruñe molesto sin abrir los ojos.

-Estoy aburrida.- me acuesto boca abajo jugando con mis manos sobre la almohada.

Deben ser las 5 am, y por alguna razón mi sueño de ha ido. Nos hemos quedado en una de las habitaciones de la mansion de Hilltop, sin consetimiento de Gregory, pero ñee.

-Duerme.- me ordena. Gira su cuerpo hasta quedar frente a mi. Abre los ojos por fin y me observa unos segundos.- Volteate.-

Lo miro confundida. ¿asi? ¿Sin invitarme a cenar siquiera?

-¿Que?.-

-Aplastas al bebé, volteate.-

Riendo me giro sobre el colchon hasta quedar mirando al techo. Daryl me sigue mirando aun de lado y lleva su mano a mi vientre que esta siendo cubierta por su camisa.

-Jamas te habia visto tan tierno.- le digo mirandolo con una sonrisa.

-¿No soy tierno contigo?.-

-Acabas de amenazar con morderme.- le digo riendo.- Pero no, no lo eres pero esta bien.- digo sin dejar de sonreir.

-No se como serlo.- murmura.

-No es gran ciencia.- digo encojiendome de hombros.- Podrias decir cosas lindas.-

Daryl de queda observandome unos segundos mientras aún acaricia mi vientre.

-Tienes bonitos ojos.- le sonrio.- Y casi no se nota ese granito en tu frente.- dejo de sonreir.- He notado que tus pechos crecieron.-

Best halagos ever.

-Bien. Bien, entendi y gracias.- suspiro.- Algo mas facil, apodos lindos y ridiculos que nadie entiende.-

-¿Nena cuenta como apodo?.-

-Si, pero estos deben ser ridiculos pero que por alguna razon a ti y a mi nos gusten.- me quedo callada unos segundos.- Como Pastelito, osito, puchunguito.-

¿Por que todos son en diminutivos?

-No vas a llamarme asi.- dice poniendose de pie.

-¿Por que no, puchunguito?.- le cuestiono riendo aun acostada. El rueda los ojos mientras se viste con la ropa que Jesus le presto.

-No sirvo para esto Addy.- se sienta en la cama a ponerse las botas. Lo noto cabizbajo y no necesariamente por los zapatos.

-Hey.-me siento y gateo hasta llegar detras de él.- No hay problema, no necesito que seas tierno.- me recuesto en su espalda mientras lo abrazo.- Me encantas asi como eres.-

-¿Por que quisiste estar conmigo?.- se safa de mis brazos y gira su cuerpo un poco para verme.

-Pienso que los viejitos son sexys.- digo haciendolo reir.- No hay respuesta, sólo me enamore, y ya no habia vuelta atras.-

-Es curioso.- murmura.- Me paso lo mismo.-

(***)

-No quiero exponerte de nuevo.- le digo haciendo un puchero.

-No te dejare irte sola Addy, entiende.- dice preparando una pequeña mochila. Cuando esta lista la deja de lado junto con mi bate y gira averme.

-Pero si estan en Alexandria y te ven, él va a...- sus labios se estampan contra los mios rápidamente.