S E T E N T A Y U N O

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Sus manos se mantienen firmes en mi cintura, conforme poco a poco va empujando mi cuerpo sin que nuestros labios dejen de tocarse. Escucho una puerta siendo abierta a mis espaldas y sin perder el tiempo, nos mete a ambos a la habitación, sin siquiera saber de quién es, aunque eso es lo que menos importa.

Una vez adentro azota la puerta detrás de él, estampando mi cuerpo en la primera pared que está a su disposición. Su cuerpo está lo más cerca posible al mío, permitiéndome sentir el calor que esté amana. El beso se intensifica sin pudor, pues él invade mi boca a su antojo, cosa que sólo logra excitarme más. Sus manos dejan de acariciar mi cadera, bajandolos por la silueta de mi cuerpo hasta llegar a mi trasero, el cual acaricia y toma posesivamente. 

Un jadeo se escapa de mis labios al sentir el bulto en sus pantalones siendo ferozmente frotado contra mi pelvis. Nos separamos al sentir con urgencia la necesidad de respirar, nuestras miradas se conectan aun entre toda la oscuridad, y justo cuando creo que ha recobrado la conciencia y decide no volver a enredarse con quien fingió su muerte por 7 años y lo lastimo como nunca, sus labios vuelven a juntarse  a los míos. 

- Te eche tanto de menos - susurra en mis labios. 

- También lo hice, Daryl - digo de igual manera. 

A mi mente llegan todos aquellos sentimientos  del pasado al volver a besarlo, todas las diferentes sensaciones que solían ocurrir dentro de mi cada vez que me besaba, pues si, cada beso era diferente, algunos tiernos, algunos con diversión de por medio, algunos rudos y salvajes. Pero este beso en particular contiene todo eso y más, es desesperado, me atrevería a decir que esta igual de feliz que yo pero también puedo sentir enojo, lo que me hace pensar que si esto llega al final, no podré caminar mañana. 

Aunque valdría totalmente la pena.

Siento sus manos bajar por mi cintura hasta mis caderas, para posteriormente sin pudor alguno colocar ambas manos en mi trasero, apretando esté causando algo de risa de mi parte. Deja de tocar mis labios por un momento, en el cual desciende aun más sus manos hacia mis muslos, ejerce fuerza para poder sostener mi cuerpo, obligándome a enrollar mis piernas en su cuerpo, sujetándome por su cuello. Uno de sus brazos rodean mi cintura pegándome lo más a su cuerpo mientras sus labios vuelven a unirse a los míos, nos acerca a no se donde dado que no puedo ver y con su brazo libre, tira las cosas que estaban sobre una cómoda para luego colocar mi cuerpo en esta. 

Su cuerpo se posiciona entre mis piernas abiertas, frotando aun más su potente erección sobre mi centro. Sus besos son aun más intensos que antes, explorando mi boca a su antojo mientras sus manos dan suaves caricias sobre mis muslos, cosa que me vuelve loca. Por mi parte, acarició sus hombros, pasando mis manos por sus fornidos brazos  arañando estos con suavidad, llevó ambas manos a su chaleco, el cual muevo con intenciones de quitarselo, gesto que el comprende y lo siguiente que veo es la prenda salir volando por alguna parte de la habitación.

Pero esta apenas ha sido la primera prenda fuera, necesito más. 

Guió mis manos a los botones de su camisa, los cuales con total impaciencia logró desabrochar dejando al descubierto su abdomen. Paso la delgada tela por sus brazos, hasta que termina en el suelo. Él no se queda atrás, pues sus manos van a la orilla de mi blusa, elevando esta hasta pasarla por mi cabeza y que esta termine donde mismo que la suya. Sus ágiles dedos van hacia el botón de mis jeans, quitando este con rapidez. Elevo mis caderas al saber sus intenciones, sintiendo la fría brisa en mi piel apenas la tela deja de cubrirme. Retiro mis botas rápidamente y de un momento a otro término en ropa interior frente a él. Sus manos vuelven a sujetar mi cuerpo, y esta vez lo deja caer con brusquedad sobre la cama. Él se mantiene de pie frente a esta, comenzando a retirar sus botas también. 

Found a Way || Daryl Dixon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora