Found a Way || Daryl Dixon.

C I N C U E N T A Y O C H O

Maratón

- Estas haciendo trampa, lo sé - le digo, luchando por no cerrar los ojos - ¿Puedo ver ya?

- No - responde la pequeña mientras suelta una risa y dirige sus ojos azules al papel de nuevo.

Bufo fingiendo estar molesta mientras recuesto mi cabeza en la pared de la cama, acomodando mejor la almohadilla  con agua caliente en mi vientre.

Apenas han pasado dos días de eso, y he visto más sangre que en todos estos años.

Siddiq, quien fue salvado por Carl, me ayudó bastante ya que Hilltop se ha quedado sin médico. Y bueno, me dio un par de cosas para terminar lo que quedó inconcluso.

- isto - dice Judith mientras me muestra el dibujo que ha hecho de mi.

Claramente y por obvias razones,  ha dibujado una pelota con palillos como extremidades y unos mechones desbordados color rojo en mi cabeza.  Una casa enorme junto a mi y a alguien mas, junto a mi.

- ¿Quien es el? - le pregunto.

- Tío Daryl - responde ella con una sonrisa, que muy difícil puedo corresponder.

Pues no he cruzado palabra con el desde ese dia.

Y no lo culpo, después de todo, no puedo hacerlo. Posiblemente me mira como una terca mata bebés a quien le desea la muerte y es posible que lo sea. Pues esto es nada más que mi culpa.

Justo la puerta de la habitación donde me he quedado se abre, Carol asoma la cabeza primero antes de entrar por completo.

- ¿Qué están haciendo?

- Me está pintando como a sus chicas francesas - le respondo en broma, acariciando su rubio cabello un momento.

- Judith cariño, ¿Podrías ir con tia Maggie un momento? - le dice Carol a la pequeña.

- ¿Po' que? - le dice la niña.

- Tengo que hablar con Addy, nena - le responde la mujer, acariciando su melena.

La niña, sin decir más, baja de mi cama, aún dejando sus dibujos en ella, y sale de la puerta de la habitacion. Una vez que estamos solas, Carol guía su mano a mi frente, confirmando que por fin la fiebre se ha ido.

- ¿Ya estas mejor? - cuestiona ella,  mirándome tristemente.

Como absolutamente todo el puto mundo.

- Eso creo - le respondo - Los dolores se han ido casi por completo y Siddiq dice que estoy bien.

Ella asiente con la cabeza, llevando su mirada hacia el dibujo de Judith a mi lado. Hago lo mismo que ella, admirando a la cabeza con palillos y pelo largo a mi lado.

- Él me odia ¿no es así? - murmuró despacio, tomando la hoja en mis manos.

- No, claro que no - responde ella con duda - Sólo esta... esta decaido.

- No lo culpo - le digo ignorando lo que ella dice - Si el estuviera embarazado y hubiera actuado como un idiota, haciendo parecer que puede con todo, creo que lo odiaria también.

Ella se pone de pie, suspirando con pesadez. Dos toques en la puerta llama la atención de ambas, ella responde un ligero pase y casi de inmediato, Jesús atraviesa la puerta, sujetando una taza en sus manos.

- ¿Qué tal estás? - dice el castaño.

- On ya sabes, luchando internamente por no cortarme las venas - le respondo encojiendome de hombros. Carol me mira molesta, lo que me hace suspirar - Mejor, gracias por preguntar.