Un amor desorientado

Cap. 9 Desaparecidas

Cuando llegamos era un bosque, la mayoría hizo una cara de susto.

—¿Estas de broma, no? -pregunto Kiseop, tragando saliva.

—No —respondió Soohyun.

—¿Qué tiene o qué? —cuestionaron Sun Hee y Charlotte

—Cuentan que los que entran a este bosque escuchan ruidos extraños y algunos desaparecen, es más tienes suerte de que salgas de aquí. Si lo haces —comento Eli—. Bueno eso me contaron

—Tonterías - Sun Hee-. Estaremos bien, solo son leyendas y cuentos. ¡Chicas a sus posiciones! —mando. Las demás hicieron caso, unas estaban asustadizas y no podían dejar de temblar—. Oigan nos falta Eun, ¿dónde está?

—¡Se llevaron a Eun! ¡No, por favor...! —comenzó a llorar una chica de tamaño pequeño y cabello rojo llameante.

—Que alguien la calme —comento Charlotte—. Chicas deben de tranquilizarse, por el momento unas estarán modelando y el resto de nosotras las buscara

—Estoy de acuerdo —contesto Soohyun, que estaba preocupado—. Algunos hombres las buscaremos, las mujeres queden se aquí y obedezcan a Sun Hee y Charlotte...¿Sun Hee? —miro al rededor. Desapareció de la nada. ¿Cómo hizo eso?

—Tampoco Lindy esta —dijo una voz.

—Dongho y Eli quédense a cuidar a las señoritas, los demás busquemos a las desaparecidas

No entiendo, ¿cómo pudo perderse así? Debió ir a buscar a Eun rápido.

Nos separamos en dos grupos, por desgracia me toco con Kiseop. Cuando avanzábamos se volvía más perturbador el bosque, cada vez más oscuro. En un intento de correr me caí con algo, había tropezado con una pequeña cuerda. La seguí separándome del grupo hasta escuchar una campana golpearse. Tenía que haber algo debajo o alguien.

Escuche un grito a lo lejos, era una mujer. Fui a él y acerté. Estaba amarrada a un árbol, destape su boca y seguí con las cuerdas.

—Joven Kevin...Gracias —decía llorando—. Se llevaron a Eun y a la señorita Sun Hee

—¿Quiénes?

—Ellos...no sé bien. Querían...recrear un suceso que paso...Una desgracia...

—¿Cuál? ¿De qué estás hablando? —la solté—. Dime

—Hace años algunas chicas fueron de campamento, solo a tres secuestraron. Una la amarraron a este árbol, la segunda la ahogaron en un lago de aquí cerca, no recuerdo el nombre. Y la tercera la encerraron bajo tierra, la tenían encadenada y al final cortaron parte de su piel con clavos oxidados dejando que se muriera lentamente así.

—No te lo estas inventando, Lindy

—¡No! Son iguales a las características de las que asesinaron. A Eun la ahogaran y la señorita Sun Hee tendrá lo peor

—¿Por qué harían esto?

—¡Están enfermos! Debemos de encontrarlas

—Dijiste que a Eun la ahogaran

—Seguro ya dejaron a la señorita Sun Hee, es el turno de Eun

—¿Cómo sabes tanto?

—Nací cerca de aquí. Esa historia siempre nos aterraba, nadie no podía saber cada detalle. Aun siento miedo tan solo saber lo que sufrieron

—Entiendo. Tú sabrás entonces cual es el lago

—Sí, es por aquí —la seguí, el trayecto fue largo y tropezamos con los demás.