Un amor desorientado

Cap. 16 Parte II

—Olvídalo ya, me abriste más los ojos por él. Siento que mi ángel está aquí...conmigo

—Ya te lo había dicho yo...—lo interrumpí.

—Shut, este es tu premio —me acerque a besarlo, los mismos labios dulces que Kiseop daño por su agresividad iba repararlos. Si lo quería, puse todos mis sentimientos en ese beso porque sabía que era inalcanzable. Kevin sorprendido por un momento, siguió después y así subimos de tono.

A más que no me importaba si me arrepentía al día siguiente, él tenía que ser, solo él. Kevin si hago una tontería, perdóname. Me acerque más y termine sentada en sus piernas, no tardó en responder su parte baja y ahí fue cuando solté un gemido...Diablos aun tienes tiempo de echarte para atrás Kevin, ya no tengo control de mí misma, haz lo tú por favor, no quiero que me odies.

Puso sus manos muy torpemente en mis caderas acariciando nervioso mis brazos luego. Lo tome de la nuca para acercarlo más profundizando el beso, bajo el tirante de mi vestido y de la nada me separe.

—Lo...lo siento mucho

—No te disculpes, sabes fui un tonto no es el mejor momento, pero...—rojo mirando al suelo—. Si quisiera hacerlo

—¿Cómo? —cuando me di cuenta de lo que se refería me sonrojé—. Kevin esto...lo siento por confundirte

—Ni hablar, estoy más que convencido —me miro—. Lo digo enserio, tú...tú me gustas y mucho

—Kevin...—sorprendida.

—Sé que es... ¿inusual? Pero...—lo calle con un beso ahora si sabía que me quería y yo a él. Kevin te espere tanto.

El me tomo de los hombros y fue más intenso porque ahora sabíamos los sentimientos del otro. En algo Kiseop te lo puedo agradecer ahora, aunque estés inconsciente.

Kevin bajo sus labios a mi cuello haciéndome soltar un gran gemido y dejo lo marcado. Eran como fuego, ahora si estábamos completamente locos por los dos.

—Hagamos lo...—asintió y me cargo hasta su cuarto sin dejar de acariciar me y mantener ocupada mi boca.

Cuando estábamos adentro abrió torpemente que caímos al suelo. Vaya este príncipe y su entrada, me reí y el hizo una mueca de desagrado.

—Perdón...

—No te disculpes

—Ok...mmm Sun te ves preciosa

—Gra...gracias

—Aish adiós timidez —dijo y se lanzó de nuevo a mí. Subimos a su cama, cuando me recostó fue delicado. Lo más lindo como siempre. Acariciando me después bajo mi cierre del vestido. Aún era tímido cuando me lo quito así que hice lo mismo con su camisa, aunque se estremeció al fin término siguiendo con mi sostén y yo con sus pantalones.

Se quedó mirándome por un momento y vi como agarro color en sus mejillas.

—Eres muy bonita

—No te pongas nervioso. Haz lo que creas mejor, no me importa ya —dije con la voz en un hilo.

Volvió a asentir, me encantaba como era. Un chico muy tierno, acaricie su torso y era raro...no porque tenía algo de más ni nada, pero es que no me imagine que de veía bien formado debajo de esa camisa y corbata. El rió, punto débil unas cosquillas. Se acercó y me beso en la frente. Luego bajo de mi cuello hasta mis pechos y masajeo el otro. Beso casi todo mi cuerpo como si fuera una fina pieza.

Puse mis manos en su espalda apegándolo a mí y el me miro un poco, sus ojos estaban muy negros por el deseo. Ha sido lindo, pero sé que algo pasa por su mente, no quiere que me enoje con él lo sé y termino diciéndole todo.

—Siempre te he amado...

Sus ojitos brillaron.

—También yo

Fue ahí cuando subió más la pasión. Kevin termino dejándole sin nada e igual él. Tome su trasero, no me creerán, pero tiene uno muy bueno. Él gimió y con una sonrisa traviesa restregó su parte junto a la mía. Su venganza. Seguimos jugueteando hasta que solo dijo entrecortado:

—¿Estás lista? Sé que eres virgen y todo eso pero no quiero hacerlo mal y...—lo calle poniendo un dedo en su boca.

—Sí, Kevin

Se posiciono frente de mí, creo que estaba más nervioso que yo. La verdad si soy virgen, pero pues no me meteré con cualquiera y además no estaba lista sino sacaba a mi mente a Kevin antes.

Abrió mis piernas con delicadeza y fue introduciéndose un poco, sentí un dolor al principio que solté lágrimas. Era cierto eso que duele, aunque cada cuerpo es diferente.

—Lo siento...

—Descuida, solo sigue sé que esto pasará

—Perdóname cariño...emm...

—Me gusto que me llamarás así

Él sonrió y siguió después de hacerlo lo mismo fue placentero. Ahí los dos gemimos y gritábamos en ocasiones nuestros nombres. Estaba sonrojada por todo esto y que más podía pedir. Sólo no quiero que esta noche termine.

—Te amo, Sun

—También yo Kevin —fue ahí cuando llegamos al orgasmo. Para luego estar más agotados. Kevin salió de mí minutos después y me abrazo mientras respiraba muy agitado, igual solo que me quede admirándolo...

Al día siguiente desperté, no había sido un sueño el seguía ahí. Estaba entre sus brazos aun, sonreí por el recuerdo. Había sido la noche más maravillosa de mi vida.

Mi teléfono vibro sacándole de mis pensamientos así que quité sus brazos con cuidado sin despertarlo y fui al baño.

—Sí, ¿diga?

—Sun salió en todos noticieros. Kiseop intento hacer una locura

—¿Qué? ¿Por qué?

—Bueno después que lo dejaron...Se quedó solo y...

—Lottie habla

—Fue a la casa de Kevin. Intento hacerles daño pero algo lo detuvo y se retiró para luego intentar suicidarse...¿Tú sabes qué pasó?

—No...—solté el teléfono.

—¿Sun Hee, estas ahí?

¿Nos habrá visto? Estamos muertos. Completamente muertos.