«La última gema»

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•Zahira•

Espero Walkyria se encuentre bien. Las explosiones ocurrieron muy cerca de aquí y temo que le haya pasado algo.

-Ya regresé -Escuché a Walkyria gritar desde el piso de abajo. Ya era hora. Bajé lo más rápido que pude por las escaleras hasta llegar hasta la sala donde ella estaba. ¡Mierda!

-¿Qué te pasó? ¿Estás herida? -Me acerqué a ella rápidamente. Estaba cubierta de sangre ¿Por qué?

-Cálmate, no es mi sangre -Intentó tranquilizarme teniendo el efecto contrario. Un millón de pensamientos se cruzaron por mi mente ¡¿Acaso había matado a alguien!? ¡No! Imposible.

-Sé lo que estás pensando, no he matado a nadie -Aclaró ella al ver mi expresión horrorizada - Estuve en el pueblo, hubo varias explosiones y fui a ayudar.

Oh vaya, así que de eso se trataba. Eso justificaba el porqué estaba llena de sangre.

-¡Fue horrible! Muchas de las casas quedaron calcinadas debido al fuego, habían muchos heridos a los cuales atender... -Continuó explicando algo asustada. La entendía, estaba tan aterrada como ella, el ataque a Sundsvall sólo fue un adelanto de lo que se avecina.

-Estaba preocupada por ti -Solté finalmente.

-Lo sé -Fue lo único que respondió.

-No digas sólo un "lo sé" -Estaba furiosa - ¿Cómo se te ocurre irte en el estado en el que estabas? Ni siquiera te tomaste la molestia en avisarme.

-Lo sé, lo siento -Dijo ella un tanto apenada -Tengo muchas cosas que explicarte y no hay tiempo suficiente, así que seré breve.

***


-Eso quiere decir que... ¿Existe una remota posibilidad de salvarnos? -Estaba sorprendida. Aún había una esperanza de acabar con la guerra. Aunque, ahora que lo pienso, yo tenía una - Soy una renegada.

-No, debes tener una gema para serlo -Aclaró ella confundida ante mi comentario.

-Si, soy una renegada -Afirmé muy segura.

-¿De qué estás hablando? -Era obvio por su cara que no entendía nada.

-Soy la última que falta -Aún no podía creerlo - Tengo la gema anaranjada.

-¿Qué? ¿Cómo? -Estaba igual de sorprendida que ella - ¿Dónde está?

Entonces recordé donde la tenía guardada. Salí disparada hacía el piso superior, buscándola en el último cajón de la pequeña mesa de noche.

-Aquí está -Grité para que Walkyria me pudiera escuchar mientras descendía nuevamente.

-Si, es esa -Aclaró cuando le mostré la piedra - ¿Por qué no me dijiste que la tenías? ¿Desde cuándo tienes los poderes?

-No pensé que fuera importante, Oceánide me la obsequió antes de marcharme de la casa -Respondí -Y en mi defensa debo decir que tengo varios días sin verte.

-Es cierto, discúlpame -Admitió avergonzada - Aunque... ¿Sabes lo que eso significa?

-No ¿A qué te refieres? -Cuestioné confundida.

-Estamos completos, Los Renegados al fin están completos -Exclamó eufórica. Tenía razón, de nosotros dependía salvar a Trollbunden, éramos la última oportunidad...

¡Maldición!

¿De dónde provino ese ruido?

Miré a Walkyria asustada, buscando en sus ojos grisáceos la respuesta.

-Hay alguien afuera de la casa -Susurró ella muy segura.

Hola, ¿Cómo les pareció el capítulo de hoy? Durante el mismo les deje una pequeña pista de lo que se avecina. Gracias por leer, voten y comenten, por fis.
Pd: La chica de la foto es Zahira, así es como me la imagino.

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