Justin Bieber's girlfriend {la novia de Justin Bieber}.

Capítulo 15.

Once de Diciembre del 2013.

Ya eran las 6:38 de la mañana y aún seguiamos fuera de casa. Justin me llevó a conocer toda la bella ciudad de Stratford, vimos el amanecer juntos y disfrutamos la noche que pasamos. Fue una experiencia muy linda, jamás había vivido algo así, sólo eramos nosotros dos paseando por las calles en el coche de Justin, viendo la noche, visitando lugares, sonriendo y riendo como si no hubiera mañana.

-Estoy empezando a tener sueño y frío –le dije mientras me acurrucaba en mi asiento.

-¿Quieres irte a casa ya? –me preguntó Justin con la mirada fija en el camino.

-¿Te molestaría?

-Claro que no, sabes que te complaceré en todo lo que pidas, shawty.

Sonreí y me acerqué a él para darle un beso en la mejilla, después volví a la posición en la que estaba y miré por la ventana. A pesar de que el sol ya había salido, el frío me rodeaba y cada vez era más intenso pues estábamos en el mes de Diciembre, en las épocas de nieve y frío. Rodeé mis rodillas con mis brazos intentándome dar un poco de calor. Justin vio mi intento fallido de calefacción y con una mano se empezó a quitar su chaqueta mientras que con la otra sostenía el volante y su mirada estaba fija adelante. Cuando se la quitó completamente me la dio y yo me negué a tomarla.

-No, Justin, póntela tú.

-Tienes frío, ¿no?

-Sí pero...

-Pero nada, amor, no quiero que te pase nada.

-Y yo tampoco quiero que te pase nada, te puedes enfermar.

-Tú también así que tómala, shawty.

-Bieber...

-Vamos, tómala. Estamos a quince minutos de llegar a casa. No me pasará nada si en esos quince minutos si no traigo la chaqueta puesta.

Lo mire no muy convencida, después tomé la chaqueta y me la puse. A los pocos minutos empecé a sentir calor, no tanto ya que la temperatura seguía bajando. Tal y como dijo Justin, en quince minutos mas o menos llegamos a casa. En la entrada del gran portón de rejas, había tres beliebers. Justin, antes de entrar a la casa, bajó la ventanilla del coche y les habló. Las chicas se emocionaron mucho y le empezaron a decir que lo amaban.

-Chicas, ¿qué hacen aquí? –preguntó Justin.

-Justin, Justin, oh por Dios –dijo una.

-¡____! ____ está aquí contigo, Biebs –dijo otra.

-Así es –sonrió y me miró– pero díganme, ¿que hacen aquí?

-Oh mi Dios, estábamos esperándote, Justin –dijo otra.

 -Es muy temprano y hace mucho frío, les recomiendo irse a casa, podrían enfermarse y no queremos eso, ¿cierto, hermosas? –les dijo Justin sonriendo y las chicas, con lágrimas en los ojos, igual le sonrieron.

-¿Podemos tomarnos una foto contigo antes de irnos? –preguntaron.

Justin asintió y se acercó más a la ventanilla para tomarse las fotos con las beliebers. Las chicas le pidieron que les diera un beso en la mejilla y él así lo hizo. Después, nos dieron las gracias a ambos, se despidieron y se fueron. Justin subió la ventanilla y me miró sonriendo. Luego pitó con la bocina del auto y a los pocos segundos, alguien de mantenimiento abrió el portón. Bieber siguió manejando y se dirigió al garage. Estacionó el coche y lo apagó.

-Shh, entra con cuidado –dijo Justin cerrando sigilosamente la puerta principal detrás de nosotros–. Tal vez Jeremy o Erin sigan durmiendo. Puede que nos salvemos del regaño.

-Pareces un adolescente que acaba de llegar a su casa después de irse a una super fiesta tipo proyecto X –reí bajo– solamente pasamos la noche recorriendo Stratford, no es para tanto, Biebs. Aparte, tarde o temprano sabrán que no llegamos a casa en toda la noche.

-Bueno... tienes razón, pero –hizo una pausa– ¡los niños! ellos están dormidos y no queremos despertarlos, ¿cierto?

-Claro, claro. Ven, vamos a la cocina, tengo sed.

Mire a Justin y él aun seguía con actitud de espía, parecía un niño pequeño. Me acerqué al estante que tiene los vasos, tomé uno y me serví agua. La bebí y dejé el vaso en la barra. Le iba a preguntar a Justin que si quería algo de beber pero al momento de voltear no vi a nadie. <<Que ni se le ocurra asustarme al cabeza de lechuga>> me dije a mí misma ya que sabía lo que estaba tramando. Salí de la cocina sin hacer mucho ruido y me dirigí a la sala. Iba a tomar el control de la televisión pero en ese momento sentí una mano en mi abdomen y otra en mi boca. Oh, oh. ¿Justin?

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