« Donde Mayra Martin llega a Mystic Falls».
« Donde todo comenzó con un grito, anunciando todas las muertes que llegarán».
« Donde anunciará un final nada bueno para todo el pueblo».
COMPLETA.
#938 en Fanfic 07/Nov/17.
#981 en Fanfic 25/Nov/17.
#7...
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Tener puesto los ojos en la carretera durante siete horas era agotador. Mayra se encontraba entrando al pueblo, había manejado desde Nueva York hasta Virginia, su madre la había regalado una camioneta y la había puesto a su responsabilidad. Al decidir que quería estar en Mystic Falls su madre se había vuelto paranoica, incluso quería sacarle el auto, se negaba rotundamente que llegue a ese pueblo. Por primera vez había desobedesido a su madre se consideraba una mujer madura para tomar decisiones por sí sola. Sólo tomo su auto y le mintió a su madre que se dirigía a California, pero verdaderamente iba a Virginia.
Había comprado una residencia en el pueblo que venía amueblada, no necesitaba traer los muebles solamente sus cosas personales. Había viajado de noche, le gustaba mucho ver toda la carretera oscura.
Eran las cuantro de la madrugada, pisco los ojos cansada mientras soltaba un otro suspiro, dobló hacía la izquierda y se estaciono en la entrada de su nueva residencia.
Bajó lentamente del auto con las lleves en sus dedos, abrió el baúl y saco lentamente sus cuatros valijas; eran medianas de color negra, tomó dos en cada mano y lentamente avanzó hacía la puerta principal. La estructura de la residencia era su estilo, las paredes pintadas a un color marrón claro con su gran puerta de color negra, de dos pisos y de un tamaño proporcional. Por un momento olvidó cuanto había pagado por ella, río por su comentario y entró a su nueva residencia.
Pero volvió a salir al oír el sonido de la ambulancia, miro hacía un lado de la calle y a unas casas lejanas se podía ver como sacaban una camilla desde el interior de una residencia vecina. No le importo que sólo entro a su nuevo hogar, esta vez, sintiendo un nudo inexplicable en la garganta.
[•••]
Por la tarde, Mayra despertó sobre su gran cama, necesitaba dormir para sentirse activa y con ganas de recorrer el pueblo, lo haría pero se percató que no había ordenado nada. Su estomago ronco dando señal de que estaba hambrienta, entrando al baño para tomar una ducha pensó en pedir algo para comer. Aunque iba a salir, podría comer de igual manera, su estomago hizo otro ruido negó con la cabeza, pediría algo para comer ahora mismo.
Vestida con sus zapatos negros bajos, unos jeans del mismo, una campera de cuero negra, sus lentes oscuros acompañado del cabello suelto, ya estaba lista. Pensaba en pasar como desapercibida, pero se le sería imposible por su vestuario, parecía marchar hacia un velorio.
El trabajo no era problema, no lo necesitaba. Gracias a sus abuelos tenía una bóveda con mucho dinero, gracias a una herencia. Claramente había terminado la preparatorio por adelantado, la inteligencia caracterizaba a las mujeres Martin. Luego, por cuestiones de controlar sus poderes, le dedicó al estudio en casa por seguridad de los estudiantes. Cursó cuatro años como una 'universidad' con amigos de la familia de su madre y eso le había favorecido mucho.
