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|CAPÍTULO CUARENTA Y UNO; JUNTO A TI |

ADVERTENCIA: [ SMUT ]
CONTENIDO SEXUAL.
SI NO ES DE TU AGRADO NO LEAS.

Mayra dormía tranquilamente sobre unas suaves colchas, Klaus la observaba con un semblante tranquilo parado junto a la cama, la había encontrado destruida físicamente al igual como psicológicamente, lo primero que hizo fue traerla directamente a la mansión Mikaelson. Al llegar Mayra se había tomado una ducha prolongada, él híbrido podía escuchar algun quejido o gruñido gracias a sus oídos sobrenatural. Klaus le había dado de beber su sangre para curarse rápidamente, Mayra se negó pero al final lo hizo y cayó rendida a la gran cama matrimonial del cuarto.

Inconsciente Klaus coge su teléfono y le toma una fotografía. Ella era tan especial para él. Examinó la fotografía y una pequeña sonrisa se mostró en sus labios, Mayra dormida boca bajo con las sabanas cubriendo su cuerpo hasta sus antrebrazos, con su cabeza hacía la derecha, su cabello pelirrojo cubría sus hombros, su rostro era relajado y tranquilo..

Niklaus negó con la cabeza, ella era su debilidad, su punto sensible. Sí le llegara a pasar algo no se lo perdonaría, ahora estaba molesto y furioso por no haberla encontrado y detener toda la tortura que le proporcionaron. Sentía esa presión en su pecho que lo incomodaba bastante, lo sentía extraño. Era el sentimiento que crecía cada vez más, por el cual luchaba cada día en detenerlo. Estaba seguro que ya no había vuelta atrás, lo aceptó estaba enamorado de Mayra Martin.

Se quitó la camiseta dejando su pecho descubierto junto los pantalones y zapatos, quedando sólo en unos boxer negros. Se acostó lentamente junto a Mayra y la atrapó suavemente entre sus brazos sintiendo el olor del cabello de esta, admirando cada detalle de su rostro que comenzaba a curarse.

Durante la noche Klaus se mantuvo despierto observando a la pelirroja dormir en sus brazos plácidamente. Hasta que una llamada de Damon lo hizo apartarse obligadamente de Mayra.

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Mayra despertó al sentir el sol en su rostro, se movió incomoda y aún sin abrir los ojos comenzó a estirar sus huesos. Sin poder contenerse soltó un bostezo abriendo los ojos dormilona, miró hacía sus costados buscando a Klaus con el semblante relajado pero no se encontraba por ninguna parte de la habitación. Se reincorporó sin ningún problema, su ceño de frunce cuando no siente nada de dolor.

Mayra levanta su camiseta, dejando ver una venda blanca en su abdomen. Se lo empieza a quitar toda y sus ojos se abren exageradamente, su piel estaba sana sin ningún rasguño, la sangre de Klaus sí había sido muy efectiva. Corrió un mirada a sus brazos y piernas que se encontraban muy sanas sin ninguna cicatriz, la pelirroja sonrió amplia.

De un salto salió de la gran cama, se acercó a el gran ropero frente a ella y encontró muchas variedades de vestimentas con una pequeña nota pegada en ella.