« Donde Mayra Martin llega a Mystic Falls».
« Donde todo comenzó con un grito, anunciando todas las muertes que llegarán».
« Donde anunciará un final nada bueno para todo el pueblo».
COMPLETA.
#938 en Fanfic 07/Nov/17.
#981 en Fanfic 25/Nov/17.
#7...
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—No debías venir a buscarme—habló Mayra, saludando a su "tío".
—Quería hacerlo—le sonrió mientra la abrazaba—. Sube al auto, yo te ayudo con esto—tomó unas cajas para guardarla en el baúl.
Mayra asintió y subió a la camioneta en el lado de copiloto acomodando su camiseta. Mason luego de poner cuatro cajas más en el baúl, se subió a la camioneta. Mayra prendió la radio y empezaron a dirigirse a la fiesta de la Sociedad histórica que realizaba el pueblo.
Durante el camino charlaron, rieron y se habían contado lo que estuvieron haciendo últimamente. Al llegar al lugar el ambiente era cálido y armónico Mayra sonrió para sus adentros extrañaba esa clases de lugares, la hacían sentir viva aunque esté más muerta que un zombie, se sentía renacer nuevamente.
Bajó de la camioneta mientras soltaba una carcajada por lo que su tío acaba de contar, su risa a lo lejos era muy tierna y contagiosa lo pensaban algunas personas al pasar cerca de ella. Mayra acomodó su bufanda, se dirigió hacía la parte trasera de la camioneta ayudando a su tío con las cajas.
—Oye—la llamó su tío.
Mayra sólo asintió con la cabeza para que continuara.
—¿Por qué tienes bufanda?—se acostó por la camioneta interesado.
—Tenía un poco de frío—agarró una de las cajas dispuesta a irse pero Mason la tomo del brazo.
—Se que fuiste tú—la miro a los ojos esperando una reacción de sorpresa, no lo logró a conseguir—. Escuché tú grito esa tarde—susurró en su oído—. Toda la ciudad lo escuchó.
—Lamento sí te he lastimado—dijo y acomodo más la bufanda.
—¿Tienes la marca?—preguntó tocando su pelo.
Mayra suspiró, no le podía ocultar eso a alguien que la conocía desde bebé.
—Sí—susurró.
—Me lo imaginé—habló mientras la abrazaba por los hombros—. Realmente lo siento por eso.
—No se lo digas a nadie—lo miro a los ojos seria.
—No lo haré—le sonrió el hombre de ojos verdes frente a ella.
—Más te vale—le señalo con el dedo.
Se giró dispuesta a irse pero Stefan venía hacía ella, siguió su camino con la caja como sí no lo hubiera visto. Tardo unos segundos se había quedado ayudando a algunas personas, volvió hacía la camioneta de su tío y se encontró con una escena nada linda, Stefan había agarrado el brazo de su tío con fuerza deteniendo su camino, Mayra apuró su paso al llegar los rostros de los dos hombres estaban a centimetros discutiendo.