« Donde Mayra Martin llega a Mystic Falls».
« Donde todo comenzó con un grito, anunciando todas las muertes que llegarán».
« Donde anunciará un final nada bueno para todo el pueblo».
COMPLETA.
#938 en Fanfic 07/Nov/17.
#981 en Fanfic 25/Nov/17.
#7...
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La pelirroja despertaba por segunda vez en un lugar totalmente blanco, pero esta vez siente miles de agujas indicando en su cabeza. Lleva lentamente una de sus manos a su cabeza tratando hacer que pare pero se le hace imposible. No sabe donde está y no recuerda lo que ocurrió, sólo puede escuchar algunos murmullos bastantes fuertes.
La vista borrosa de Mayra comienza a enfocarse mejor, puede ver con un poco de esfuerzo el techo pintado de blanco, voltea su cabeza tan despacio posible y puede ver la figura borrosa de una mujer. De a poco puede admirar su cabello enrulado de un color oscuro, piel morena y de ojos marrones. Ella movía su boca, parecía hablar pero Mayra no comprendía. Lo único que podía escuchar era esos dolorosos murmullos en su cabeza.
Dos personas más entraron a la habitación pero no tuvo el tiempo suficiente de poder conocer los rostros, su visión se oscurece velozmente.
[•••]
—¿Pueden tranquilizarse los dos?—habla Melissa mirando a su hijo y a su mejor amigo—. Ella está bien...
—¡Casi la mato!—exclama Stiles exaltado. Algunas personas del hospital miran mal al chico de lunares.
—Pero no fue así—Scott trata de calmarlo—. Salió de la nada—Stiles comienza a respirar con dificultad.
—Vayan a la escuela y estudien—Melissa pone sus manos en los hombros de los adolescentes y los dirige hacia la salida.
—Pero la chica...—comienza balbucear el chico de lunares.
—Ella está bien, les llamaré si ocurre algo—la mirada tranquilizadora de Melissa los hizo suspirar.
Una vez que salen del hospital. Stiles sigue con su preocupación por la chica de cabello zanahoria, que salió de la nada y que sin poder evitarlo la golpeó con su preciado Jeep.
—Stiles, tranquilo amigo—Scott pone una mano en su hombro—. Debemos encontrar de dónde salió la chica—el chico de lunares asintió tratando de calmarse, le daría un paro cardíaco si no lo hacía.
Sin decir nada más, siguió a su mejor amigo.
Mayra comenzaba a moverse lentamente en la camilla, había despertado hace unos minutos atrás, dandose cuenta que se encontraba en un hospital por el accidente de auto que tuvo. La inquietud subió por su cuerpo completo, comenzó a moverse brusca para poder alcanzar el teléfono que se encontraba arriba de un mueble marrón que contenía a una lampara y un reloj. El dolor de su cuerpo lo sentía muy fuerte, cada hueso roto lo sentía. La puerta se abre dejando ver a la mujer anterior de cabellos oscuros.
—Cariño tranquila—se acerca con rapidez para estabilizar correctamente su cuerpo en la camilla.
—¿Por qué estoy en California?—dispara como puede, su voz estaba más seca de lo que se imaginó.
