Claro, Owen lo había olvidado. Si el viaje que estaban llevando a cabo era a los recientes hechos del año 2017, entonces cabía la enorme posibilidad de toparse también con el resto de los Pasajeros. Y ahí estaban, James, Cooper y Allori, frente a uno de los cuartos de lo que ahora resultaba ser un hotel.
—¡Debemos advertirles! —dijo Johnson.
—¡No! —Owen lo detuvo, al igual que había hecho con Chase unos segundos antes.
Tomó a ambos de los hombros y jaló de ellos hasta estar ocultos en el corredor. En cuanto se aseguró de que ninguno de los Pasajeros los había visto, se dio la vuelta y comenzó a hablar.
—No estamos en nuestro tiempo, ¿recuerdas? —les espetó Owen a los dos—. No tienen idea de lo que van a estar viviendo durante las próximas semanas.
—¿En algún momento te encontrarán? —preguntó Chase.
—Si mis cálculos son correctos... eso sucederá en una semana, no lo sé. Pero la cuestión es, como dijeron los Salvadores, que no podemos irrumpir en los eventos que ya tuvieron lugar.
—¡Una loca psicópata está a punto de entrar a degollarlos! —le atajó Johnson—, ¿cómo esperas que...
—¡Ellos aún no saben de la existencia de Aurora! —le contradijo Owen—. De hecho, dudo que el James, Dianne y Cooper de nuestra actualidad sepan algo de ella. En fin... si irrumpimos la escena, creerán que estamos locos. A ti te conocerán en unos días, al igual que a mí. Si ellos nos ven en este momento, salvándoles el cuello; y en una semana que nos vuelvan a ver, nos conocerán. ¡Y eso rompería por completo la línea temporal de esta dimensión!
—¡DIANNE! —se escuchó una voz de mujer al mismo tiempo que tres sonoros golpeteos dieron a una puerta—, ¡Dianne, sé que estás ahí, abre, es Allori!
Si Aurora estaba merodeando por ahí, sería bastante peligroso para ellos, y para la dimensión misma, interrumpir el ataque para salvarles la vida.
—¡Dianne! —gritó Allori en la puerta—. ¡Enserio necesito que abras!
—Seguro está dormida —dijo James, metiendo las manos en los bolsillos.
Después del comentario de James, se escuchó cómo un cerrojo giraba, y al siguiente segundo, los suspiros del grupo de Pasajeros se escucharon a lo largo del pasillo.
—¡Gracias a Dios estás bien! —esa había sido Allori—. ¡Estás helada! ¿Qué...?
—Está temblando —dijo James, sacando ambas manos de su pantalón para tomar las maletas que descansaban en el suelo—. Acaba de pasar algo.
—¿Cómo crees, James? —soltó Cooper, bastante simpático—. Quizás sólo salió de bañarse.
—Vi a alguien —soltó Dianne, acaparando la atención de Owen, que seguía escuchando la conversación—. Había alguien en mi balcón, y me hablaba... casi en susurros.
Segundos después, se cerró la puerta.
—Ya entraron a la habitación —para la sorpresa de los tres, y el susto de la vida que experimentó Chase, Jeremías apareció a espaldas de Owen con aires de tranquilidad bastante notables—. Están a salvo por ahora.
—¡JESUCRISTO! —bramó Owen—. ¿Acaso no puedes toser o algo? Digo... si no quieres que tenga problemas cardíacos.
—¿Ellos siempre actúan así? —se quejó Johnson—. ¿Apareciendo de la nada?
Jeremías sonrió.
—De vez en cuando.
—¿Viste algo? —le preguntó Owen, ignorando por completo las quejas de Johnson, y el rostro pálido de Chase al ver al Salvador—. ¿Dianne está bien?
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Travesia [Pasajeros #2]
Science FictionLos viajes desde Fort Lauderdale a distintos puntos del planeta fueron sólo el principio para los Pasajeros del Atlantic 316. Después del hundimiento del American Sea, James, Dianne y el resto del grupo llegan a la mítica Isla que esconde el Triángu...