Capítulo 19

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Capítulo 19

•─•─•─• Luna •─•─•─•

         El público estalla en aplausos, gritos y alabanzas, como si todo el teatro fuese a venirse abajo. El sentimiento es incontrolable y mágico, tengo el corazón en la garganta y los ojos llenos de lágrimas que se niegan a descender.

       Una abrumadora sonrisa se forma en mis labios mientras me inclino, con mis compañeros, en una reverencia al público especial que ha sido testigo de nuestro incansable esfuerzo esta noche.

        La presentación de fin de año siempre es uno de los momentos más destacados de la universidad, y una muestra del talento de los estudiantes que puede abrirte muchas puertas.

         Haber tenido la oportunidad de hacer un solo y actuar como bailarina principal, ha sido de los mayores retos que el mundo del arte, me ha presentado, sin embargo, lo he disfrutado desde lo más profundo de mi alma.

        Las luces, la distancia y la euforia no me permiten reconocer ningún rostro del auditorio, así que quiero imaginar que mis padres están allí, aplaudiendo de pie, muy orgullosos.

        El telón se cierra, y todos bajamos a los camerinos, donde los aplausos, entre nosotros mismos, ensordecen. Recibo algunos abrazos y estrechadas de mano de compañeros. La verdad es que fue muy grato trabajar con este elenco.

        Paso entre el caos de ropa, y personas celebrando, para llegar a mi camerino; lo que muchos no saben, es que cuando hay una obra de teatro, un musical, una obra de danza, o cualquier presentación de ese tipo, tras bastidores se vive un absoluto desastre, al final te cambias de ropa frente a quien sea, trajes se rompen, prendas se pierden y toca improvisar para que el espectáculo continúe.

          Ser bailarina me ha dado grandes lecciones en mi vida. Me ha enseñado a cambiarme de ropa a la velocidad de la luz. También, que si me caigo, debo levantarme de inmediato, con elegancia y, sin importar, el golpe que reciba en el camino, los miedos a fracasar, los nervios o las heridas, el show siempre debe continuar, con una sonrisa y una presentación impecable.

       Ser bailarina te enseña a ser intrépida, valiente, a confiar en ti misma. Explota lo peor de ti y lo transforma en lo mejor, obligándote a dar, cada vez más, lo máximo de tus potencialidades, es decir, te enseña a esforzarte y tener constancia, disciplina. Desarrolla en ti respeto y confianza por los demás, te ayuda a conocer tus emociones y cómo manejarlas, porque al bailar, en lo que transmitas, tu pasión será la clave.

        Ser bailarina es uno de los regalos más grandes que me dio la vida.

        Alcanzo mi bolso y busco mi ropa; aprovecho que todos siguen con sus fotos y celebraciones, para cambiarme con algo de privacidad. No es muy fácil quitarme el vestido de la presentación, pero lo logro sin ayuda.

     Me coloco un vestido gris de encajes, que estaba guardando para usar este día. Quito el tocado de mi cabello y paso mi mano para peinarlo un poco. El maquillaje artístico que me hicieron es precioso, con esos tonos azules que tenía el vestido, prefiero no quitármelo todavía.

 El maquillaje artístico que me hicieron es precioso, con esos tonos azules que tenía el vestido, prefiero no quitármelo todavía

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#1 Sonidos Mudos (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora