#1 Sonidos Mudos (En edición)

Capítulo 33

Capítulo 33

•─•─•─• Luna •─•─•─•

     Termino de embalar las últimas cajas de la sala cuando escucho la moto de Jay aparcando. Después de lo de Marcus, pensé que a tan pocos días de la graduación no valía la pena volver a acomodar todo, así que limpiamos el apartamento y comencé a guardar nuestras pocas cosas en cajas.

     Jay entra como si acabara de entrar a casa, en realidad ha dormido aquí casi todas las noches después de ese horrible día. Incluso sí llega en la madrugada por los conciertos, grabaciones, o cualquier otro evento.

    Quiet Sounds es oficialmente la banda del momento, su fama se ha extendido tan rápido, Elijah ha sido el mejor productor y mentor, a veces hay riesgos que valen la pena. Decisiones que simplemente hay que atreverse a tomar a pesar de todo. Quizá no fue la forma o el momento ideal para aceptar ese contrato, pero a la larga, es lo mejor que nos ha pasado.

     —¡Súper estrella! —exclamo—, Cuidado, puede haber una fan enamorada detrás de ti.

    —Sé que puedes lidiar con eso —me guiña un ojo y se tumba a mi lado en el suelo.

    —¿Qué tal la presentación? —le pregunto mientras me recuesto entre sus brazos.

    —Estuvo bien, pero el lugar era muy pequeño para la cantidad de personas.

    —El costo de la fama —sonrío.

    —Algo así —copia mi gesto y baja la mirada—. Te extrañé allí.

    —No puedo en días de semana amor.

    —Lo sé —me mira—. ¿Cómo dormiste?

   Hago una mueca y me acurruco más cerca de él. —No importa, estoy bien.

    Suspira. —Luna.

    No quiero hablar más del tema, no quiero pensar en pesadillas ni en lo dependiente que me he vuelto de Jay, solo no quiero.

    —Estoy preocupada, Jay.

   —¿Por qué, cielo?

   —Queda una semana, solo una semana para graduarme y aún no tengo ni idea de que haremos.

   —¿A qué te refieres?

    —Es decir, tengo el trabajo de mis sueños con Luo D, lo sé, pero no tengo definido dónde vivir, no he buscado nada, no he hecho nada y queda muy poco, no sé cual será el siguiente paso.

    —Entiendo, ve a vestirte.

     —¿Qué?

     —Voy a sacarte de aquí, quiero mostrarte algo.

     —¿Mostrarme qué?

     Sonríe. —Solo vamos, no creo que quieras salir vestida así.

     Entre cierro los ojos y me levanto. Sustituyo mi pijama por un Jean, botines y una linda camisa color púrpura. Suelto mi cabello y alcanzó a Jay en la moto. Ajusto el casco y subo detrás de él.

     Pasa frente al colegio de los niños y aparca unas calles más abajo en un elegante edificio que puede parecer un hotel.

      La recepción es pintoresca, tiene un estilo rústico con casi todos los detalles en madera. Jay saluda amablemente al recepcionista como si lo conociera desde hace mucho tiempo.

     En el ascensor marca el 10 y comienza a subir.

     —¿Dónde estamos? —pregunto.

     —En un edificio de lujo cielo y a esta cosa de aquí la llaman ascensor.