Capítulo 14

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Capítulo 14

•─•─•─• Luna •─•─•─•

            Es sábado en la mañana. Hace un poco más de un año, yo hubiese despertado alrededor de las 10:00 a.m., para ir al gimnasio, luego a entrenar en la academia de danza donde estudiaba, preparándome para Juilliard. Habría almorzado con mamá en la floristería y después hubiésemos ido a caminar por Central Park. Tal vez ella me habría acompañado a pasar la tarde en la biblioteca pública, buscando alguna nueva historia en la que adentrarme.

          Siempre estaba en movimiento, pero era para hacer cosas diferentes, para no perder el tiempo en casa. Mi madre era divertida y aventurera, así que no parábamos. Ahora sigo corriendo cada día, pero es detrás de rutinas y responsabilidades.

           Por más que intente variar algunas cosas, los niños necesitan un horario y eso me obliga a cumplirlo, la trabajadora social resaltó lo importante que es para ellos, en particular la estabilidad, así que hago lo posible por darles eso.

           En parte me beneficia, hay días en los que mi mente se encuentra envuelta en una nube de ansiedad, juicios contra mí misma y nostalgia, así que saber exactamente a donde tengo que ir y lo que debo hacer, me alivia un peso y me permite seguir.

          Ahora mis sábados en la mañana inician a las 7:00 a.m., así me da tiempo de estar en la academia de danza donde trabajo de practicante, a las 8:30 que inicia mi clase.

          Kaelyne sube sus cosas de danza a la maleta junto a las mías; está un poco adormilada esta mañana, pero disfruta ir a clases conmigo. Kilian, por su parte, se encuentra más dormido que despierto, odia tener que ir con nosotras, pero no tiene otra opción, así que lo cargo hasta el auto y dejo que duerma durante el camino.

          Estaciono frente a la academia, me encargo de sacar nuestras cosas y le entrego a Key su mochila. Ella corre con las demás niñas, lista para ir a su salón. Yo me llevo a Kil a mi sala de danza. Él saca de mi bolso sus historietas ilustradas y se recuesta en el puf junto al equipo de música, no pasará mucho para que se quede dormido de nuevo.

          Las muchachas comienzan a llegar mientras repaso en mi mente la clase de hoy. Amo bailar, es mi escape del mundo, no sería yo misma si no bailara, es lo único que no estoy dispuesta a perder. Luche mucho en la terapia física y mental para que mi rodilla se recuperara; trato de ser cuidadosa. Desde el accidente que Jay presenció no me he quitado la rodillera y llego a casa repasando cada ejercicio de la fisioterapia.

        Nunca pensé en ser profesora, quería danzar alrededor del mundo y ser bailarina en conciertos de grandes artistas. Y claro que me gustaría, pero no me arrepiento de mi decisión, tengo mucho más, y sinceramente, me gusta enseñar, me encanta sentir que logro pasar a otros, mi pasión, mi energía, mi salvavidas.

           Quizás algún día seré profesora de grandes estrellas...

           Inicio la clase con un poco de relajación, estiramiento, luego entrenamiento, y paso a enseñarles la primera parte de la coreografía que deben aprender, las hago repetirla conmigo, una vez y otra, hasta que ninguna de nosotras puede seguir.

           Termino la clase y me acerco a despertar a Kilian. Estuvo dibujando un largo rato hasta que la música clásica lo venció. Me siento a su lado para recoger sus cosas.

         Kaelyne llega con el cabello húmedo en sudor, se acuesta en el piso a mi lado, debe estar agotada. Sonrío para ella y dejo un beso en su mano.

#1 Sonidos Mudos (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora